Donde Jeongguk quiere celebrar el cumpleaños de Hoseok, e involucra a todos sus amigos para que este no se dé cuenta de su plan, el cual contiene una sorpresa.
(⭐) oneshot.
(⭐) junghope.
‹ ¡feliz cumpleaños, hobi! ›
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Como mejor amigo de Jeongguk, yo, Min Yoongi, me siento obligado a relatar cómo nos sometió a completa tortura para que la sorpresa saliera de acuerdo a su plan. Nuestro pequeño grupo —seis sin contar a Hobi— se esforzó al máximo para que el cumpleañero no se diera cuenta de que su novio planeaba celebrar "a lo grande" su cumpleaños, arrastramos al pobre pelinegro por toda Seúl con la intención de que Jeongguk tuviera tiempo de organizar todo. Ahora, aunque parezca que ya les he relatado la historia completa, la verdad es que hay más de aquel suplicio. Todo comenzó el 18 de febrero a las seis de la mañana.
—¡¿Que quieres que haga qué?! —gritó Yoongi por el teléfono, tenía un ojo cerrado mientras que el otro le costaba abrirlo por el cansancio. Revisó la hora en el reloj que tenía en la pared de su sala y maldijo en voz baja al ver que el aparato marcaba las 6:05 de la mañana.
Quise matarlo, lenta y dolorosamente.
—Quiero que entre Taehyungie hyung y usted distraigan a Seokie por un buen rato mientras coordino todo para su cumpleaños —se le podía escuchar la desesperación en la voz.
Yoongi suspiró rendido ante la propuesta de Jeongguk, masajeó sus sienes y regresó la mirada hacia su habitación, donde Taehyung dormía profundamente. Yoongi sonrió, porque sabía lo que era estar enamorado y Jeongguk era su mejor amigo, haría lo que fuera por él.
Rayos, sí que lo haría.
—Mirate, hablándonos todo respetuoso para conseguir un favor de nuestra parte. Ay, gukie —el castaño al otro lado de la línea comenzó a suplicar en voz baja para que Hoseok no se despertara—... Está bien, lo haremos, tendré que decirle a Tae, ya que sigue dormido porque decidiste que seis de la mañana era un buen momento para pedir favores.
—Lo siento, hyung. Los amo, gracias.
También te amamos, gukie.
Yoongi susurró un "mhm" y colgó, con pasos cuidadosos se dirigió a su habitación. Se paró un momento en el umbral de la puerta y sonrió al ver la delicada silueta desnuda de Taehyung, éste se removió entre las sabanas y abrió los ojos, los cuales destellaron en la oscuridad con el color parecido a la misma miel tan peculiar que portaban. Yoongi se acostó junto a él y beso su hombro desnudo mientras acariciaba la cabellera rubia del menor.
