:Chapter One...

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Eran las 11:21, Quesnay se encontraba en su salón atendiendo las clases escolares, pero estaba agotado, casi no podía mantenerse despierto, trataba y trataba, pero simplemente no lograba prestar atención a su profesor, ni a su entorno, - "Debería lavarme la cara..." - Pensó, y si, era buena idea, por lo que optó por levantarse de su lugar y pedir permiso para ello, concedido el permiso, Quesnay salió del salón y camino somnoliento a el baño.

- "Menudo día fue el de ayer... Y ni que decir sobre mis heridas, la verdad que no sé que hacemos, es una completa locura, debería de estar estudiando y ya, soy un chico cualquiera..."-, murmuraba, hasta que llego a el baño, donde se posó frente a el espejo y lavamanos para empaparse la cara con agua, usando ambas manos, limpiándosela completamente, entonces, se vio, vio su reflejo, su rostro, era el, no, era... ¿El? Quesnay, ¿Seguía siendo Quesnay? ¿Habría algo dentro de él cambiado? Se sentía inseguro, todo esto estaba pasando tan rápido y era tan poco humano, tan poco real. Sin más, salió del baño, caminaba de regreso a el salón, viendo las ventanas hacia afuera, se podían apreciar las líneas del metro, - "Esa línea de metro me confunde..." -, entonces, cuando pasaba el vagón del metro, Quesnay sintió algo en su pecho, un fervor incontrolable, un sentimiento de llama inextinguible, su cuerpo ardía fuertemente, empezó a moverse un poco de manera innatural, no sabía lo que sucedía, su gesto expresaba molestia, dolor e incomodidad, mientras se ponía de rodillas por un fuerte dolor en el pecho que podía percibir. 

- "P-Puta mierda, ¿Y ahora qué? ¿Por qué siento esto?" -, cuando el vagón se alejó, Quesnay dejó de sentir todo eso, recuperándose lentamente, con su respiración agitada y su pulso demasiado acelerado.

- "¿Qué se supone que fue eso?" -, se preguntaba a sí mismo, mientras arrodillado en el pasillo de la escuela veía su mano, asustado, sin más, continuó su camino algo atemorizado, tratando de recuperar la postura... 

Después de clases Quesnay se reunió con Munshiro como es esperado, en el garage de la casa del primer mencionado.

-"Entonces, ¿un dolor?"-, dijo Munshiro, pues Quesnay ya le había explicado todo a él.

-"Si, un dolor en mi pecho, pero... No solo eso, también emoción y... ¿Sabes? No deberíamos debatir esto, no tiene mucho sentido, tal vez solo me dió algo y ya, el cuerpo puede fallar de vez en cuando"-, respondió Quesnay, lo que el no sabe es que aquella sensación extraña que sintió ese momento fue la sensación de un Wind Fighter.

De aquél vagón del metro que pasó por la escuela de Quesnay bajaban cuatro chicos, Dexter: Un joven de complexión media, midiendo 1,70 aproximadamente, con un peinado ladeado de gel; Joseph: Un chico de complexión robusta, piel morena, cabello corto y desarreglado con una cara de alegría; finalmente Claudio: Un chico de complexión poco deportiva, usuario de lentes, con cabello desacomodado y el mas bajito de todos aquellos, todos ellos eran amigos.

-"Si, también lo sentí"-, dijo Dexter.

-"Entonces, son reales, ¿no es así, Joseph?"-, contestó Claudio.

-"Es hora de saberlo, ¡jaja!"-, dijo Joseph, golpeando sus nudillos.


Esta historia continuará...

Fɪɢʜᴛɪɴɢ Wɪɴᴅ Hᴇʀᴏᴇs.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora