Los recuerdos de Alexander tan lleno de vida siempre invaden mi cabeza.
Recuerdo que cuando éramos pequeños siempre estábamos juntos, éramos inseparables. Adorábamos pasar cada minuto juntos y siempre que nuestros padres intentaban separarnos, llorábamos hasta que se daban por vencido y nos dejaban seguir jugando juntos.
Él era muy amable, siempre se preocupaba por las demás personas y las ponía antes que a él mismo.
Era feliz con la vida que tenía, pero cuando eres pequeño todo es felicidad. Al crecer cambio por completo, se empezó a separar de mi y de todos, casi no quería hablar con nadie, se encerraba en su burbuja y todos asumíamos que era algo normal a su edad.
Pero no lo era, nadie nunca se imaginó que se suicidaría.
Alex era un chiquillo muy sensible, jamás llegamos a imaginarnos que eso sería lo que terminaría con su vida.
Me odiaba por lo que había sucedido, odiaba no haber estado lo suficiente para él. Se supone que como hermana mayor debía cuidar de él, pero no lo hice bien.
Alex acabo con su vida a la corta edad de 15 años.
Lloraba cada noche, extrañando a mi pequeño hermano, pensando que si me hubiera dado cuenta de todo, él seguiría con vida.
Su partida fue muy dolorosa para toda mi familia.
Pero fue aún más doloroso el día que mi madre lo encontró en su cuarto, aquel día nadie paraba de llorar, fue tan doloroso para nosotros encontrarlo en su cuarto, sin vida.
Aquel día teníamos que asimilar que era la última vez que lo veríamos, que ya no estaría con nosotros, haciéndonos reír y de vez en cuando dándonos su amor.
El dolor era demasiado para mí, ni siquiera puedo imaginar cómo tuvo que haber sido para mis padres, no puedo imaginar el dolor de perder a un hijo, si sólo perder a un hermano dolía demasiado que ni siquiera me dejaba respirar.
Sonó mi celular, sacándome de mis propios pensamientos. En el registro tenía el nombre de mi madre, conteste enseguida.
—Alexa, esperaba encontrarte dormida, ya es muy tarde para que sigas despierta —dijo mi madre intentando parecer preocupada.
—Estaba apuntó de irme a dormir, pero escuche tu llamada —trataba de excusarme.
—Entonces te dejaré para que sigas durmiendo, sólo te llamaba para asegurarme de que estuvieras bien. Tu padre y yo te extrañamos mucho, estaremos de vuelta lo más pronto posible. —trato de decir con un tono cariñoso.
Un tono cariñoso que extrañaba demasiado, que casi nunca usaba.
Y sin esperar a que respondiera, colgó.
Esa era mi nueva vida. Mis padres siempre estaban lejos de mi desde la muerte de mi hermano, usando como excusa que tenían que trabajar mucho porque debían pagar mi universidad, pero yo ni siquiera quería ir a la universidad, no quería hacer nada sin Alex. No podía hacer algo sin recordarlo, sin sentirme tan mal por estar divirtiéndome sin él, por estar viviendo y él ya no.
Podía entender que mis padres se sintieran tan mal que tuvieran que esconderse en sus trabajos, pero no entendía porque trataban de alejarme.
¿A caso no sabían lo mal que me hacían sentir? No podía lidiar con todo ese dolor yo sola, necesitaba de ellos.
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Volviendo a Vivir
RomanceEl verano en que Alexander se suicidio, fue muy doloroso para Alexa y para toda su familia. Pero fue aún más doloroso el día que su madre y ella encontraron a Alexander en su habitación, sin vida. Un año después de la muerte de Alexander, Alexa seg...