Tangart acercó unas sillas a la mesa y se sentó al lado de Piedrafría, Cedric cogió otra y le imitó. Allí estaban de nuevo, un mes después desde la última vez que les había visto a todos y parecía que no había cambiado nada. O quizás sí, la tensión entre ellos era papable, parecían unos desconocidos a punto de jugar unas manos de príncipe, dama y rey en una mesa de cualquier sala de juego, aunque en la partida que iban a empezar ahora posiblemente se jugarían sus vidas.
Cedric paseó la mirada de Calaon a Zoyla y después a Piedrafría. El enano parecía aún dolorido de su herida, la última vez que lo vio aún estaba malherido por la puñalada que le habían dado. A pesar de todo se había recuperado bastante bien, cuando Cedric le encontró tirado en un charco de sangre en el suelo de su despacho no creía que sobreviviría, pero había pasado un mes y aún seguía de una pieza. A pesar de su edad el enano era duro como una roca.
Pero lo que le sorprendía era el aspecto de Calaon y Zoyla, los dos errantes empezaban a mostrar signos de envejecimiento. No eran demasiado evidentes, pero alguna cana había aparecido en su pelo y pequeñas arrugas empezaban a florecer en sus juveniles rostros. Cedric se preguntaba si tendría algo que ver con la conversación que escuchó a hurtadillas en el pantano después de recuperar el legado. Calaon había dicho una frase mientras hablaba con Zoyla «Se nos acaba el tiempo» y ahora parecía cobrar más sentido, ¿acaso los aparentemente inmortales errantes estaban empezando a envejecer?
Apartó por un momento esas cavilaciones, ahora no era momento de hacer conjeturas. Se suponía que Calaon tenía un plan para enfrentarse a los Ponzoña, así que era momento de que lo revelara.
— Lucía me ha dicho que tienes un plan— empezó Cedric.
— Así es. — Contestó Calaon.
La respuesta afirmativa de Calaon fue seguida de un resoplido de Piedrafría, la mueca de desagrado del enano no pasó desapercibida a Cedric, este ya sabía algo y no parecía estar demasiado conforme.
— De hecho, todos están más o menos al corriente— prosiguió Calaon— pero os lo explicaré de nuevo ya que tu no sabías nada.
» Los Ponzoña han puesto precio a nuestras cabezas, es imposible que escapemos del delta con vida si intentamos huir, el pobre Octavio ya lo intentó y lo cazaron como a un perro.
Cedric frunció el ceño y por la expresión de Tangart y Lucía sabía que ellos pensaban lo mismo, los Ponzoña acabarían pagando por la muerte de su amigo.
— Y puesto que tienen un pequeño ejército de mercenarios— prosiguió Calaon observando sus reacciones— y varios soldados y guardias a su servicio no nos podemos enfrentar a ellos cara a cara. Así que me he dedicado a buscar junto a Rad alguna forma de protegernos de su influencia y que nos dé margen para actuar en su contra.
— Hay que decir que más que una solución es un tecnicismo— interrumpió Rad— y que nos dará unas pocas semanas para actuar, así que tendremos que ser rápidos.
— ¿Tecnicismo? — interrumpió Cedric— ¿se puede saber de qué estáis hablando?
— Tranquilo Cedric— intervino Calaon— ahora lo explico. Los consejeros y gobernantes de la ciudad disponen de cierta inmunidad, si alguien atenta contra sus vidas, las de sus familiares, sus propiedades o incluso sus trabajadores automáticamente se le puede considerar un traidor a Meridiem. Pasando a ser un proscrito, despojándole de todas sus posesiones y la militia tiene la obligación de arrestarle y ajusticiarle. Esta ley se añadió al código de leyes de la ciudad después de que Alastar "el manco" intentara asesinar a los miembros del consejo.
— ¿Y eso que tiene que ver con nosotros? — Volvió a interrumpir Cedric.
— Ahora voy a eso— dijo Calaon calmando a Cedric.— Los aspirantes a miembros del consejo pueden presentar su candidatura tres días antes de la semana de las bufonadas, cada cuatro años y esa ley también se extiende a dichos aspirantes durante la semana de elecciones.
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Las crónicas de Rean: Sombras sobre Meridiem
FantasyCedric está listo para marcharse de Meridiem de una vez por todas, pero su plan de huida puede verse frustrado. Nuevas amenazas se ciernen sobre él y sobre la ciudad obligándole a formar una incomoda alianza con viejos conocidos para salir de la pos...