Este sería su primer día de San Valentín juntos. Llevan casi tres meses en una relación formal, y antes de eso, algún tiempo más cruzando la línea de la amistad. Y, Sousuke, al enterarse que era el primero en la vida de Makoto, quería hacer algo especial.
Por lo menos lo más especial que dos universitarios con trabajos de medio tiempo pudieran costear.
Hablaron de ir a cenar, luego al cine y finalmente a los videojuegos. Para terminar en el departamento de alguno de los dos. Y era en ese punto donde Sousuke planeaba sorprender a Makoto, aunque sea con un detalle.
Quedaron en que Sousuke recogería a Makoto en su trabajo, dejarían sus cosas donde Nanase e irían directo a cenar. El moreno pidió permiso en el suyo para poder preparar la sorpresa que tenía. Planeaba dejar el departamento de Makoto, para que él no sospeche nada, esperándolos ambientado para la ocasión. Con una caja de bombones, pétalos de rosas, flores, vino, velas y todas esas cosas que nunca habían llamado su atención, pero estaba seguro que los ojos de Makoto brillarían con luz propia. Y eso era lo que más quería.
Consiguió lo necesario para decorar, y también cobertura de chocolate, condones y un lubricante que le pareció interesante probar.
Camina apresurado por llegar al departamento de su novio, cargando todo en un par de bolsas de papel, y siente el vibrar de su celular en su bolsillo. Por un momento piensa que se trataba de Makoto ya que después de su mensaje acostumbrado de buenos días no habían tenido comunicación, y mentalmente empieza a inventar escusas para no decirle donde está.
Arquea las cejas al ver que se trataba de Nanase.
—¿Qué? —contesta cortante
—¿Makoto te llamó?, ¿estás con él?
—¿Por qué?
—¿Puedes pasar a su departamento a verlo? Tengo entrenamiento.
—¿Qué pasa Nanase? Sé directo.
—Está enfermo —es ceño de Sousuke se frunce— Dile que no se preocupe, que yo llamaré a su trabajo.
Corre lo que le queda de camino y entra apresurado al departamento. Frena de golpe al llegar a la cocina.
Ahí está Makoto, reclinado sobre la pequeña mesita del comedor, con sus brazos acunando su cabeza, y al lado una taza de té. Parece estar tan profundamente dormido que no lo siente al llegar.
—Makoto —lo llama desde la puerta, y nada. Su pecho se oprime con inquietud. En un par de zancadas llega a su lado.
Deja las bolsas y su bolsón en el suelo de cualquier manera y se inclina a inspeccionarlo. Efectivamente duerme; tiene los labios entreabiertos, la cara enrojecida y el cabello pegado a la frente por una capa de sudor. Toca su mejilla para comprobar lo que sospecha.
Esta ardiendo.
—Makoto —lo zarandea suavemente—, vamos, te llevaré al hospital.
—Mmmm, ¿Sou? —le dio una mirada vidriosa mientras se apoyaba en el respaldar de la silla.
—Tengo que llevarte al doctor. ¿Puedes pararte? —Makoto negó.
—Estoy bien —habla lento, con pereza— Ya me vio el doctor de la universidad, es sólo gripe..., hasta me dio medicina. Pero... creo que la vomité. Pero estaré bien. ¿Y mi mascarilla? La tenía en mi mano. No quiero contagiarte...
—¿Fuiste a la...? ¿Y por qué no me...? Tsk —suspira, mejor es atenderlo primero y enojarse después— ¿Hace cuánto tomaste la medicina? —Sousuke busca con la mirada mientras habla. Ve una tira de tabletas junto a unos sobres de antigripales en té en la encimera de la cocina.
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Luz propia
FanfictionOne shot meloso por San valentín (siento el título randon, otra vez. )