O1 ;

235 36 0
                                    


Wake up and smell the coffee.
Is your cup half full or empty?
When we talk, you say it softly.
But I love it when you're awfully quiet.

Mingyu llevaba notando al chico nuevo desde que este llegó a su clase. Todo sobre él le llamaba la atención: su piel de coral, sus ojos de azabache, su cabello de terciopelo, su profunda, pero suave voz al responder las preguntas de los profesores y, sobretodo, su imperturbable calma que parecía envolverlo por completo a todas horas, pasase lo que pasase.

Salió del baño tras lavarse los dientes y asearse bien y bajó las escaleras, aún teniendo en mente la dulce imagen del chico nuevo, aunque no tan nuevo ya, pues este ya llevaba un mes en su clase.

Buenos días, cariño—escuchó el saludo y levantó la cabeza para mirar a quien lo pronunció.

Buenos días, mamá—le dio un corto abrazo a la mujer y se dirigió a la mesa de la cocina para desayunar.

En el momento en que sus pies pisaron el suelo de la cocina, el olor a café recién hecho inundó sus fosas nasales.

Amaba esa hora del día. Podía sentarse mientras tomaba algo de café, mientras pensaba en lo que había acontecido en sus sueños por la noche.

Esta vez, había soñado con el chico nuevo: Wonwoo, otra vez.

Él sólo se mantenía sentado en su lugar habitual en clase, mientras que Mingyu lo miraba desde su propio pupitre, tal y como hacía en la vida real, excepto por el hecho de que esta vez ni sus profesores ni sus compañeros estaban presentes, así que podía mirarlo sin intentar ser discreto.

El chico de piel más pálida estaba leyendo algo en un gran libro de lomo amarillo brillante. La cálida luz anaranjada de la puesta de sol iluminaba su cara y manos haciéndolas adquirir un color más parecido al color de piel de Mingyu.

Y por último, pero no por ello menos importante: el cómodo y agradable silencio de Wonwoo llenando todo el aula, su sonido favorito.


come out and play . 「meanie」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora