Capítulo 11

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- Unos Minutos Antes -

Naegi había recuperado el conocimiento mientras Ikusaba estaba luchando contra la horda de Monokumas en la entrada. Al despertarse, hizo algo muy simple.    Habló de sus recuerdos.  

La mayoría de los estudiantes se habían mostrado escépticos incluso tras escuchar la confesión grabada de Ikusaba en el ordenador de Fujisaki. Y, claro está, tampoco estaban muy convencidos nada más despertarse Naegi, pero tras hacerle Oogami cierta pregunta, el ambiente había cambiado completamente.  

—Mm... Entonces, más allá de los muros de esta academia, ¿El mundo está en ruinas…? ¿Dices que no queda nadie con vida...? - Le preguntó Oogami mientras Naegi se incorporaba poco a poco para responder. 

—Tranquila... Estoy seguro de que Kenichiro está bien… Estoy seguro... de que ha mantenido su promesa... - Le respondió Naegi.

Oogami ahogó un grito. Kenichiro era el único hombre capaz de vencerla.   Un hombre que le había prometido una revancha y que, además, le había hecho otra promesa.  

—¿Cómo... Cómo conoces ese nombre…? ¿Cómo... sabes lo de la promesa...? - Le preguntaba con un poco de asombro Oogami, no entendía.

—Porque... tú me lo contaste… No... - Naegi paró para corregirse — Tú nos lo contaste... A todos... - Les dijo.

—... - Oogami se había quedado muda tras escuchar aquello… Pero entonces se giró hacia los estudiantes y habló con voz clara y firme.  

—Voy a confiar en Naegi... - Les dijo.

—¿¡O-Oogami!? - Ignorando la reacción de Asahina, Oogami continuó hablando con determinación.  

—Lo que acaba de decir Naegi... es algo que guardo en lo más profundo de mi memoria. De hecho... Era un secreto que pensaba llevarme a la tumba… Pero si compartí ese secreto, eso significa que algún día hubo un vínculo muy fuerte entre Naegi, yo, y también todos ustedes... - Les explicó Oogami.

Naegi continuó hablando en un tono gentil. Aunque no parecía demasiado bueno para su salud, continuó compartiendo poco a poco algunos de los recuerdos que los otros estudiantes ya no tenían.  

—¿¡Po-Por qué sabes cosas sobre la historia que estoy pensando en escribir!? ¿¡Eres un experto en nen que puede predecir el futuro o qué!? - Le preguntó con mucho asombro Yamada.

—Tu ya... Has acabado esa historia, Yamada… Yo... te ayudé... con el entintado...  - Le dijo Naegi con una sonrisa.

—¿¡Cóoomoooo!? ¡Qui-Quieto, detente...! ¿¡Cómo sabes que extorsioné a aquella chica del Clan Kuzuryuu para sacarle la pasta!? - Ahora fue el turno de Oowada en sorprenderse.   

—Porque... incluso... intentaste venderle mis órganos a ese Clan... - Las heridas le dolían demasiado. Pero aún así, Naegi seguía sonriendo y hablando de todo lo que habían vivido juntos. Como si fuera su deber tras haber conseguido recuperar sus recuerdos.

Mientras los otros estudiantes lo escuchaban, se fueron dando cuenta de algo. Aquellas explicaciones tan vívidas no era algo que pudiera saber alguien que no les conociera. Estaba claro que algún tipo de vínculo entre ellos había sido borrado. El único que permanecía escéptico era Togami.

—Es imposible que yo me hubiera hecho amigo de gente como ustedes. Seguro que están todos conspirando - Aunque Togami aún no creía la historia que estaba contando Naegi, por el momento había decidido creer que era cierto que Naegi no era un terrorista.

- Actualmente -

Ikusaba le había dado el tiempo suficiente a Naegi para despertarse y compartir sus recuerdos con los demás. Incluso aunque no fuera lo que tenía en mente, aquello seguía siendo un pequeño rayo de esperanza al que se aferró con fuerza.   

Danganronpa: Trigger Happy Havoc (Otra Historia Diferente)『Terminada』Donde viven las historias. Descúbrelo ahora