14 de febrero del 2019
Ella
Toda su vida ella se dedicó a encontrar el amor, sus conversaciones, el entorno que la rodeaban incluso quien la rodeaban tenían que ver con el amor, no se percataba cuan reducida estaba su visión, su astucia e inteligencia las tenía tan ocupadas en buscar hasta debajo de la más pequeña piedra quien le diera el amor que quería encontrar. Varias veces lo hablamos en el camino a casa sus debates en los que retenía mi atención esa teorías en las que coincidíamos, todo parecía encajar a la perfección sus labios emitiendo palabras sin sonido , su mano levantando las lentillas que resbalaban velozmente de sus diminutas orejas, terminaban hablando del amor, ¿tan importante era para ella? La respuesta era simple.
Sus ideas eran tan buenas, tan pegajosas que derramaban miel en las hojas, y lágrimas en la tinta, lo decía sin ningún disfraz, claro y fuerte, el arte la hacía sufrir me resultaba tremendamente difícil entenderle pues a mí el arte me resultaba, cómo un beso en los labios para quién te robaba la sonrisa. Lograba derrochar sus penas, su melancolía, su sufrimiento tras un poco de tinta y papel, ella estaba en lo correcto el dolor de su alma la convertía en interprete de sus ideas, pero por más que escribiera jamás terminaba de llorar se contenía, su alma tenía miedo, se sentía incompleta.
Esa noche que su risa llego hasta mi interior se convirtió en un latido más allá del corazón. Es curiosa la forma en que ella buscaba el amor, nadie busca con los ojos cerrados, confiaba en el tacto en tocar con sus labios otros labios o por lo menos a lo parecían serlo. Su voz interpreta tantas veces con susurros cuanto desea encontrar el amor que cree perdido, como lo dije antes su música, sus libros, sus frases rodean el amor invaden su intimidad y creen descifrarlo mejor que nadie, yo lo dudo pues jamás escucho, jamás creeyó que quien la escuchaba de camino a casa estaba en sincronía con ella.
