Culpa
Aun no la sentía, ignoraba los hechos
Cómo posponer una migraña
Ver la luz me hacía sonreír levemente
En mi labio la última gota de felicidad
Caía
Me podía juzgar?
Ya no tenía idea de que tan bueno o malo era. La culpa ya no me erizaba la había apasiguado con rotunda indiferencia, pero posiblemente habitaría en un otoño indefinido, dejando al viento llevarse hasta las últimas hojas.
No era gris pero tampoco claro
Que soledad Tan insípida
No me recriminaba nada
Era canción cansada
Con la melodía en la puerta del abismo
Anelaba hundirme en el agua templada, para tener paz Del otoño que habita en mi
