『𝒲𝒽𝒾𝓉𝑒 𝓁𝒾𝑒𝓈』Kusuo Saiki x lectora

「Capítulo 1: Brillantes futuros」

—Mm... ¿Qué se supone que debería hacer? —me preguntó en mis propios pensamientos, a medida que la clase se sentía cada vez mas pequeña hasta solo quedar yo, envuelta en una oscuridad que cada vez se iba acercando más. Como ya se puede suponer, era el primer día de clases, y había decidido irme para mi último curso a la academia P.K., toda la clase era muy normal, al presentarme todos respondieron al profesor con simpleza, digno de una serie de dibujos cliché, si hubiera podido leer sus pensamientos juraría que parecían incluso cansados de esto.

Todos los estudiantes eran de un color de ojos oscuro con pelo del mismo color, no destacaban en nada a excepción de un chico que ya se sobresalía de lo común, tenía el uniforme totalmente personalizado, como si viniera de tirar sal a espíritus y estar a punto de quedar calvo para completar su ritual religioso, por no decir que tenía el pelo violeta.

—Mejor alejarse de las malas compañías...—pienso al echarle un mejor ojo y ver que este chico llevaba un buen rato mirándome con una pose muy extraña. Además de mis propios pensamientos respecto a la primera impresión de mi clase, sacudo la cabeza para sacar cualquier distracción por la oreja y empiezo a hacer apuntes de la clase, al escribir el título del primer tema, siento un déjà-vu, como si esto ya lo hubiera hecho en algún momento.

En el primer descanso entre clase y clase, me levanto de mi asiento y me propongo salir al pasillo para encontrar a algún amigo, pero antes de tomar cualquier decisión, diversa gente se empieza a acumular a mi alrededor, evitando que me mueva del sitio. La fiebre del alumno nuevo ya había empezado.

—¿(t/n), verdad? —miro a la chica que entiendo mejor.—¿De qué instituto vienes? — esa era una pregunta fácil de responder.

—Iba a la escuela Kodaka, pero decidí cambiarme para un aire nuevo.

—¿No te gustaba tu antigua escuela? —ahora pregunta otra chica.

—Bueno, no es eso. —me pongo la mano en la barbilla, pensando como expresar el por qué me cambie en un principio. —Me llevaba muy bien con mis compañeros y no causé ningún problema, incluso se me podría poner la etiqueta de niña buena, pero como no me sentía bien con lo que estaba haciendo decidí venir aquí. —todos soltaron un pequeño "ooh" y volvieron a bombardearme con preguntas.

—¿Tienes novio, (t/n)? — no sé quien había preguntado eso, pero no creo que dañara responder, así que niego con la cabeza y les doy una sonrisa al ver que todo estaba yendo como la seda.

—No, pero tampoco tengo prisa en tener uno, así que—encojo los hombros. —La clase va a empezar pronto, así que si queréis puedo seguir respondiendo preguntas en otro momento, no me importa.

—Bien dicho—dice una profesora apoyada en la puerta.—Dejar la entrevista y sentaros, vamos a empezar la clase de matemáticas.

El día transcurrió su curso con normalidad, las clases eran bastante básicas y fáciles de comprender, así que no tendría dificultades al menos hasta el siguiente trimestre, pero había algo que me inquietaba mucho, y es algo que siempre pasa al llegar a una escuela nueva, y es el constante sentimiento de sentirte vigilado a su vez que como pilles a alguien mirándote te va a ser verdaderamente incomodo, éstos sucesos te hacen plantear si tienes algo en la cara, lo cual obviamente no es cierto, pero sigo con la idea en la cabeza e intento ocultar mi rostro un poco con el pelo.

Al terminar la última clase, me levanto de mi sitio y empiezo a guardar todas mis pertenencias, sin embargo, el chico con el que ya me había parecido raro ver, empieza a acercarse a mi.

—Mierda, debería darme prisa.—Meto todas las cosas a presión, cierro la mochila y me dispongo a ir a paso rápido fuera del aula, mirando al suelo para evitar contacto visual.