Short stories of Aristemo

El Chico Nuevo - Parte 2

Yolo - Hola (acercándose a donde estaban los dos)
Temo - Hola.. ¿Yolotl cierto?
Yolo - Si, pero puedes llamarme Yolo
Temo - Un gusto Yolo (se dieron la mano)
Aris - Yo soy Aristoteles pero me puedes llamar Ari (extendió su mano con una sonrisa)
Temo - Y.. yo... Soy Cuauhtémoc.. pe... pero me puedes llamar.. Temo (extendió su mano nervioso y miro a los ojos a Aris)

Aris
Estaba platicando con Yolo de lo que íbamos a hacer el fin de semana. Cuando de atrás de mi escuché una voz muy dulce y tierna. Era Temo, se había acercado a nosotros. Cuando voltee a verlo, era demasiado lindo, era...era perfecto.
Todo iba bien hasta que después de unos minutos llegó Diego

Diego - Hola Temo, ¿vienes? Iremos a comer con Jerry
Yolo - Hay querida, lamento decírtelo, pero Temo ya quedó de comer con nosotros ¿cierto? (mirando a Temo)
Temo - A... así es (volteando y soltando la mano de Ari)
Aris - Suerte para la próxima (pasando su mano derecha por encima del hombro de Temo)
Diego - Aggh (mirando a Yolo y Ari)
Bueno en ese caso nos vemos después Temo
Temo - Si, adiós Diego

Diego
Al terminar la clase me salí inmediatamente del salón. Olvidé por completo a Temo. Y cuando regrese al salón estaba con Aristoteles y Yolo. Me acerque a él para invitarlo a comer pero ya había quedado con ellos.
NO PUEDO PERMITIR QUE ARISTOTELES ME ROBE A TEMO

Yolo - Bueno y que te gustaría comer Temo
Aris - Cerca de aquí venden unos tacos riquísimos
Temo - Ay si, hace años no como tacos
Aris - A caray ¿como esta eso?
Temo - Si, es que viví en Los Angeles y allá no venden tacos como los de México
Yolo - Wow que padre. Entonces esta decidido vamos a comer tacos

Yolo
Wow estos chicos si que se gustan. Todo el rato que estuvimos en la taqueria no se dejaban de ver. Me sentí como un mal tercio. Tengo que ayudarlos a que estén juntos. Por que de igual manera vi que a Diego le gustó Temo. Si el supiera que a mí me gusta desde 1 de secundaria

Pasaron los días. Y siempre a la salida los chicos salían.
Aris y Temo ya habían intercambiado números y sin que Yolo supiera, hablaban 24/7
Cada vez Aristoteles comenzaba a sentir cosas por Temo.

Días después....