me desperté sintiendo que no habían pasado ni tres horas, aunque no me sorprendería si supiera que dormí tres horas, porque las ansias de entrar a un nuevo colegio me carcomian, y no, no de la buena manera.
no podía creer que mis papás fueran tan egoístas de querer cambiarse cuando el Pedro salió del colegio y no me pudieron esperar a mi. solo que quedaban dos años.
pudieron esperar 9 años, pero claro, 11 eran muchos.
me puse el uniforme, era muy parecido al de mi otro colegio solo que en este las calcetas eran azules.
que relevante, pensé.
no sabía qué llevar el primer día así que tomé mi mochila del año pasado y metí un cuaderno y el estuche. que paja llevar tantas hueás el primer día.
avanzó hacia la cocina y veo a mi papá tostando pan y moliendo palta.
que rico, pensé
pero no lo dije porque estaba en modo no hablarle a nadie porque iba a seguir mostrando mi enojo ante este repentino cambio de casa, comuna y colegio, quería que todos supieran que esto no me gustaba nada y que si pudiera devolver el tiempo, lo haría.
–buenos días, Vilu –me dijo mi papá al mirarme –¿cómo dormiste?
qué te importa viejo culiao
pensé pero no lo dije porque o si no me echaban de la casa y pucha no quería vivir en la calle.
–bien. –tomé asiento agarré el jugo de naranja y me serví.
–¿seguís enojá por el cambio? –me preguntó en tono de burla.
fíjate que no lo encuentro ná de chistoso
y pucha, pregunta hueona que hizo, jura que estoy súper bien con el hecho de cambiarme de colegio en tercero medio.
–sorry me tengo que ir, voy tarde –le di una sonrisa fingida y me fui.
sé que estoy siendo súper pendeja pero pucha, estoy picá.
aunque ahora más que nada, nerviosa.
esta gente es distinta a mi, son cuicos, o eso creo, me vine a vivir Vitacura, no sé qué esperarme. imagínense me huebean con que vengo del campo.
estoy que me cago.
–¡wati, vamos! –le grito a mi hermana chica.
pasa mi hermano rajao y toma un pan y se adelanta
–chao, cabras. suerte el primer día –se despide.
el Pedro había entrado hace unos días ya a la U, pero aún se me hacía muy raro no tenerlo al inicio y al final de clases, y ahora siento que lo necesito más que nunca.
–ya, Vilu, vamos –mi hermana, al contrario que yo, estaba súper emocionada, tenía una cola alta súper bonita que supongo que le hizo mi mamá y una mochila enorme y con ruedas, me reí y nos fuimos.
lo único que rescato del cambio es que nos queda al lado de mi colegio y a dos cuadras del Alto Las Condes, porque si no me quedaba al lado del colegio me tendría que devolver en furgón y no, odio tanto cabre culia/o rodeándome.
íbamos de la mano con la Flo y a lo lejos veo mi colegio, paró de repente.
–¿que pasó, Vilu? –me pregunta mi hermana
siento que estaba tan ansiosa que iba a tener que empezar a tomar mis calmantes de nuevo, odio mis ataques de ansiedad, pero ahora no podía así que me obligué a calmarme.
–nada, wati. –sonrío en su dirección –vamos. –y seguimos caminando.
aquí vamos primer día.
entramos y saludó con una sonrisa al portero que nos abre a mi hermana y a mi.
trato de recordar el recorrido previo que nos dieron en vacaciones para visualizar el curso de la Flo pero nada, no me acuerdo.
–¿eres nueva? –me preguntó un ente alto y lindo.
no ktm por algo estoy pará aquí como ahueoná porque me gusta pararme en la entrada a mirar el colegio.
ya, me calmo, si no es culpa suya mi desgracia. además es guapo.–síp, ¿se nota mucho? –me río para parecer tela y que me ayude. y él se une a mi risa.
–¿qué cursos buscas? –dijo refiriéndose a mi hermana también.
–el tercero B de básica, y el tercero B de media –río por la ironía.
él asiente y apunta al lado de la cancha de cemento.
–al lado de la cancha está el curso de tu hermanita –le sonríe a ella –y yo te llevo a tu curso –me sonríe a mi ahora –total, está al lado del mío. –y se encoge de hombros.
–ya –le digo emocionada –pero tengo que ir a dejar a mi hermana primero, no la quiero dejar solita tan pronto –hice un puchero y el río y asiento mientras caminaba con nosotras.
llegamos al curso de la Flo y me puse de cuclillas para despedirme de ella.
–chao, wati. pórtate bien, te quiero mucho y acuérdate de esperarme en la salida para que nos devolvamos juntas, ¿ya? –me abrazó fuerte y me dio un besito.
–chao, Vilu. te quiero –me dio otro abrazo y entró.
la miré irse y pucha me recordó a mi y me dio nostalgia. que ganas de volver a ser cabra chica.
–¿vamos? –me dijo el...chucha no me dijo el nombre.
asentí y le pregunté cómo se llamaba.
–Tomás, pero todos me dicen Tomi. –me sonrió y seguimos caminando.
cuando llegué a mi sala y vi el cartel "Tercero Medio B" supe que había llegado lo que más había temido.
–mucha gracias, Tomi. te pasaste –le agradecí mientras le sonreía nerviosa.
–hey –apoyó su mano en mi hombro reconfortándome –no estés nerviosa, el curso que te tocó es bacán, está mi hermano y él es súper tela así que no te preocupes. –me apretó el hombre antes de sacar su mano de ahí y me sonrió –mucha suerte...
–Vilu –completé.
–mucha suerte, Vilu –y se fue a la sala que decía "Cuarto Medio A"
me giré para mirar mi futura sala y respiré hondo, iba a ser un largo día.
***
temprano esta mañana
@vilumbrossa 7:38 am
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wachitos por genética ✧
Teen Fictiondonde la Vilu se ve envuelta en el peor dilema de su vida, ¿es posible que te gusten dos hueones a la vez? y peor aún; ¿que estos sean hermanos? ©️minúsculas intencionales