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ya iba por el segundo día y no me desperté con tanta facilidad que el primero, de hecho aún no me levantaba.

–¡Violeta! –gritó mi mamá

me revolqué un poco más para terminar de despertarme y le grité un "ya voy" de vuelta.

me pegué un duchazo rápido, me acicalé un poco y fui a la cocina, no sin antes tomar mi mochila.

vai tarde ya, toma el pan te lo comi en el camino –me pasó un pan todo cagao –¡Florencia!

–aquí estoy, mami –llegó mi hermana lista.

–ya chao, cuídense, les metí colación a ambas en la mochila anoche. –al decir eso nos empujó afuera y emprendimos camino al colegio

mientras caminábamos me fui hablando con la Flo del colegio.

–y wati, ¿cómo te fue ayer? no me contaste –le respondí enojada de broma y ella rió.

–la pasé bien, jugué harto con mis compañeros y ¡no estudiamos nada! ¿puedes creerlo? –me dijo emocionada.

–espérate no más, wati, si el primer día es pa acostumbrarse no más –me reí y ella hizo un puchero –pero tranqui no va a ser un estudio pesado como en el otro colegio.

aunque me cargue comparar mi antiguo colegio con este, no me pude resistir y revisé cómo habían sido los puntajes PSU del 2018 de este colegio y los comparé con el mío.

y pucha, me llevé una gran decepción al ver que solo 7 habían sacado sobre 700 y en mi otro colegio fueron 15. mi hermano el mejor, para variar.

siempre me comparaba con mis dos hermanos involuntariamente, el Sebastián, que tiene 27 y está viviendo en Australia, sacó tan buen puntaje que le dieron una beca completa en la Adolfo Ibáñez estudiando Ingeniería Civil y el Pedro sacó unos puntajes sobre 700 en las 3 pruebas, casi 800 en matemáticas.

y pucha, ahí venía yo. tenía notas piolas tirás pa' pencas. y tenía mucho miedo de el resultado que iba a tener en la PSU y sabía que me debía ir bien si quería entrar a estudiar lo que quería.

estaba tan sumergida en mis pensamientos cuando caché que ya habíamos llegado y quedaban solo 2 minutos para que tocaran el timbre, fui corriendo a dejar a la Flo y subí súper rápido para llegar a mi sala, por suerte aún no llegaba el profesor.

–buena, Vilu–me sonrió la Josefa –ven pa' acá –me acerqué donde estaban los cabros y las cabras.

–holi –los saludé tímidamente y vi como el Martín me miraba divertido.

¿qué era tan chistoso, ktm?

tai como despeiná wachita –me dijo riendo el Francesco supongo, porque ayer lo sicopatié jiji.

oh, chucha. eso era lo chistoso.

saco mi celular para verme y conchetumare, tenía la pura cagá en el pelo. traté de arreglarlo lo más que pude e hice una mueca hacia los k para cachar si ahora estaba bien.

el Francesco y el Pepe me levantan los pulgares dando a entender que ahora estaba mejor, porque antes estaba hecha un desastre.

***

pasó la primera hora y ya me quería morir, sentía que el calor me estaba sofocando y además estaba muy cansada mentalmente.

–Vilu –me llamó la Daniela –hoy por fa júntate con nosotros, es viernes y ya nos conoces un poquito más, sabes que somos de fiar –me sonrió

wachitos por genética ✧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora