Capitulo 8

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Kevin, Celeste y yo nos encontrábamos en un lugar de comida rápida. Habíamos salido a recorrer el lugar, ya que con suerte sabíamos dónde quedaba el super.

Recorrimos sitios que frecuentaríamos a diario, como la escuela. Un gran edificio, moderno y nuevo. A Cele le había encantado, y ya estaba maquinando miles de ideas. Por su mente pasaba la idea de ir a la escuela una vez a la semana en bici, cosa a la que me negué rotundamente.

—Por dios, esta hamburguesa es genial— habló la rubia.

—Creo que ya tengo mi lugar favorito— habló el ojiverde.

Solté una risa. Parecían muy exagerados, pero cambié completamente de opinión al probarla.
—Oh dios.

Ahora eran ellos quienes reían.
—Te lo dije— habló Cele.

Di otro mordisco.
—Qué debemos hacer ahora?

—Creo que nada, en realidad. Ya hemos hecho todo lo que debíamos hacer.— respondió el ojiverde.

—Genial. Podré irme a dormir— habló la rubia.

—Lo mismo digo, estoy exhausta y mañana comenzamos las clases— respondí soltando un "yeyyy!" sin ni una pizca de entusiasmo.

—Veras que no es tan malo como piensas— habló Cele.

—Quizá no sea tan malo, pero si será difícil. Dejé a todos mis amigos atrás y no es algo que me haga muy feliz.

—Nosotros igual— respondió Kevin.

..

La noche anterior apenas había podido pegar un ojo, estaba realmente nerviosa. Estuve hablando por llamada con Jared durante la noche, ya que el maldito se dignó a aparecer.

Se disculpó reiteradas veces por no haber llegado al aeropuerto, y aún más por no haberse contactado conmigo.

Me encontraba en la cocina junto a Kev y Cele, estábamos desayunando unas tostadas con yogurt. Era lo más fácil que podíamos preparar en ese momento, ya que nuestros padres se habían ido a trabajar más temprano.

—Después de clases nos reunimos en la puerta y vamos al lugar de comida rápida?— propuso Kevin.

Ambas accedimos y salimos de la casa para dirigirnos al colegio.

—Detesto caminar, espero que los autos lleguen pronto— habló el ojiverde.

—O.. podríamos ir en bicicleta— propuso Cele.

—Si, claro. Pero en tus sueños— respondí con una risa, Kevin también rio.

—No me malinterpretes, Cel. Me encanta andar en bicicleta, pero no iría a la escuela en una.— le respondió Kevin.

—Como sea.

Caminaron unas pocas cuadras hasta llegar a la institución. Estaban nerviosos aunque no quisieras admitirlo, sobretodo Kevin. Aquí debía empezar una reputación de cero, y eso le generaba cierto temor.

—Debemos ir al despacho del director.— les hablé.

Ambos asintieron y eso hicimos.

Después de una charla con el director fuimos a nuestros respectivos salones, Kevin y yo por alguna razón habíamos quedado juntos.

—Es bueno tenerte a a ti— murmuré.

—De hecho si— respondió el ojiverde.

De todas formas no son sentamos juntos, pero compartíamos salón.

Yo me senté sola los primeros 10' de clase, luego llegó un chico rubio y se sentó a mi lado.

—Señor Johnson, llega tarde.— le reprochó la profesora.

Él chico rio amargamente.
—No me diga.

—Disculpe?— cuestionó la profesora, incrédula.

—Trataré que no se repita— respondió a secas.

—Bien— habló la profesora, levantándose de su escritorio y dirigiéndose a la pizarra.—, tendrán que hacer un trabajo en grupo.

Solté un bufido por lo bajo.
—Predecible— murmuré.

El resto de la clase escuchaba atentamente y anotaban los temas en sus cuadernos.

—Los grupos serán de la forma que están sentados, ya que lo prefiero así— continuó diciendo la profesora.

Kevin, quien esta sentado unos asientos delante de mi, me tiro una mirada de "yo haré el trabajo contigo, me importa una mierda" acompañado de una sonrisa. La cual devolví con un asentimiento de cabeza.

Sentí un carraspeo a mi lado y volteé mi cabeza. El chico rubio sentado a mi lado me observaba con una ceja alzada.

—Qué?

Una pequeña sonrisa se formó en sus labios.
—Creo que tendremos que hacer esto juntos.

—No lo creo— respondí, negando con la cabeza.

—¿Se podría saber porqué?— cuestionó el chico, mirándome fijamente a los ojos. En ese momento pude notar lo hermosos que eran sus ojos. Eran de un color zafiro, un azul demasiado hermoso.

—Uhm yo, haré el trabajo con Kevin— respondí pausadamente. El chico al darse cuenta de esto sonrió de lado, a la vez que fruncía su ceño.

—Kevin? Quién es Kevin?— cuestionó.

—Ese chico de ojos verdes— respondí, señalando a kev con la cabeza.

—Pero, él no está sentado a tu lado— habló el ojiazul.

—Y eso qué?— respondí con indiferencia.

—No acatarás las órdenes de la profesora?— cuestionó el chico.

—Puedo charlarlo con ella.

—Veamos— habló el chico, levantando la mano y llamando a la profesora.

En un dos por tres tenía a la profesora delante de nosotros.
—Y bien? Qué sucede?— preguntó la misma.

El chico de ojos color zafiro me miro, esperando a que hablara, y eso hice.

—Quería hacer una consulta sobre el trabajo en equipo— hablé, y la profesora asintió esperando que prosiguiese—. Bueno, yo quería saber si podía hacerlo con Pazmiño.

La profesora volteó hacía Kevin y luego volvió a nosotros, negando con la cabeza.
—Acaso el Señor Pazmiño se sienta con usted?— cuestionó la misma. A lo que yo negué con la cabeza— Entonces no, tendrás que hacerlo con el Señor Johnson.

La profesora volvió a su escritorio y el chico volteó hacia mi con una sonrisa impresa en su rostro.
—Prefieres que sea en tu casa o en la mía?

Solté un bufido.
—En la tuya, aún no me acostumbro a la mía.

𝔅𝔞𝔟𝔢; ᴋᴇᴠʟᴇx sʜᴏᴡ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora