INTRODUCCIÓN

172 0 0
                                    

Años atrás ni siquiera pensé que pudiese pasarme una cosa como esta.

Tendría unos 11 años, vi su cara en una revista y empecé a buscar información sobre su música, su vida y sobre él. Al instante, me convertí en un tipo de fan. Con el tiempo, ese amor hacia un cantante canadiense avanzó. A los 12 la gente me preguntaba que quien era mi ídolo y por miedo de ser juzgada e incluso insultada, me callaba. Pero llegué a entender que daba igual lo que la gente dijese de mi y de mis gustos, que lo quería, que lo apoyaba y lo admiraba. Desde ese momento empecé a ser algo más que una simple fan, empecé a ser Belieber.

Fui aprendiendo cosas sobre él como que no es normal en ningún sentido, que su color favorito era el violeta o que desayuna "Captain Crunch".

La gente pensaba "estás obsesionada". Y bueno, quizás sí que lo estaba. Soñaba cada día en el momento en el que pudiese abrazarle, oír su voz en directo, porque no solo lo quería como "Justin Bieber el cantante", sino como "Kidrauhl, el niño de pueblo".

Y ahora, he acabado aquí, en medio de un escenario repleto de gente, de una presentadora, de miles de maquilladores dispuestos a dejarme guapa para la cámara, pero sobre todo, con mi ídolo.

-Venga, vamos, daros prisa. En tres minutos empezamos. -gritó la presentadora, cuyo nombre empezaba por H. Hannah, sí, creo que se llamaba Hannah.

Al instante, estaba rodeada de gente con plumeros de todos los colores que me restregaban por la cara.

-¡ATENCIÓN TODO EL MUNDO! Empezamos en tres, dos...

Swag -Interrumpí sin querer al cámara, fue un acto reflejo que hizo enfurecer a algunos y reir a otros, como a Justin.

-Buenos días, mi nombre es Hannah Stephens, y estás viendo viendo mi programa. A mi derecha está la chica más hablada en estos momentos por todo el mundo, Helena Carter. Y a mi izquierda, el ídolo adolescente mundialmente conocido, Justin Bieber.

La gente aplaudió tanto cuando Hannah dijo mi nombre, que hasta me asustó. Muchas quieren matarme y para otras soy un modelo a seguir. Pero así es la fama, ¿no?

dreamsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora