Capitulo 2

4.2K 455 27
                                    

Después de su golpiza, Akari fue a su hogar, y lo primero que hizo fue: entrar a su habitación, intentar que su cabello se vea decente con unas tijeras para que después pudiese ir a alguna peluquería. E intentar cubrir los moretones que dentro de poco se mostrarían sobre su piel con un poco de maquillaje que era de su madre.

Logró saludar a su familia mientras pasó a su lado rápidamente en dirección a la puerta principal. Y logró salir sin que descubriesen el gran cambio en su cabello. Por un lado se sentía aliviada, había logrado evitar dar alguna excusa para que después tenga que decir la verdad. Pero, el pensar que ni su madre ni padre se tomaron ni un segundo en ver a su hija y saludarla como usualmente haría una familia, la hacía preguntarse si es que de verdad alguien aparte de su amigo katsuki estaba interesado en saber si se encontraba medianamente bien.

Ella sabía que no debía esperar mucho de sus padres. Ellos le temían. Temían el hecho de que si ella quisiese ellos morirían en menos de un segundo. Akari simplemente no podía dejar de lado el deseo que siempre ha tenido. Ser amada por sus padres. Solo por eso es qué tal vez no haya decidido matar a alguna persona en el pasado. Si de verdad deseaba ser querida, primero tenía que demostrar tranquilidad frente a su familia. Y lentamente ganar su confianza. Y ahora se podían ver los resultados de tantos años. Absolutamente ningún cambio.

Akari sabía que no debía ilusionarse, pero le era imposible. Tal vez debía rendirse. Toda su vida ha intentado meter en su cabeza la idea de que su familia nunca iba a cambiar con respecto a ella.

Cuando por fin llego a la peluquería alejo esos deprimentes pensamientos de su cabeza y solo dijo que intentó cortarse el cabello en casa, pero no quedó tan bien como lo esperado.

Y Akari se dio cuenta de algo: O era buena mintiendo, o simplemente ignoraron la posibilidad de que no dijese la verdad.

Cuando llegó a casa, su madre le dijo que su cabello se veía bien. Eso normalmente se vería como un progreso en su relación familiar. Pero Akari podía leer los pensamientos de las personas. Su madre no quería que ella se molestase y se salga de control. Lo que en realidad es bastante absurdo, eso podría esperarse de un bebé no de una chica de quince años.

No hubo muchas palabras intercambiadas de parte de Akari en lo que duró la cena. Durante el tiempo en el que permaneció en silencio pensó en cómo iba a entrenar para entrar a la UA. Sabía que necesitaba a alguien fuerte, y de quién confiase plenamente para poder tener batallas con esa persona. Se le vino un solo nombre a la cabeza. Bakugo Katsuki.

Estaba decidido, le iba a pedir a Katsuki que la entrenara, el único problema era que tendría que salir mucho más temprano para poder encontrarse con él cara a cara. Puede que Katsuki primero se vea reacio a ayudarla, pero con un poco de esfuerzo lo convencería.

Pensaba en llamarlo en aquel mismo momento, pero recordó que ese estúpido se dormía demasiado temprano. Se encontró en el dilema de despertarlo o no. Llegó a la conclusión de que lo mejor sería esperar hasta el día siguiente, no quería lidiar con su difícil temperamento.

Psíquica (bnha OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora