Capítulo 5

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Y así los meses pasaron: Bakugo disfrutando su aumento de fuerza y técnica, mientras Akari conocía mucho más de su poder, logrando controlar efectivamente una parte de este. Bakugo no la empujó emocionalmente sabiendo que su poder podría salirse de control, aunque siempre había un momento en el que ambos se frustraban por Akari casi matando a Bakugo al no saber dirigir sus poderes y, a pesar de que Bakugo lo intentara, no era capaz de controlar la ira que sentía en momentos como ese.

Bakugo, aunque no lo fuera a aceptar, se sentía orgulloso de haber ayudado de tal manera a una chica que, en el primer día, parecía que iba a desmayarse.
Akari se sentía satisfecha de haber sobrevivido el entrenamiento de su amigo.

Durante su entrenamiento ella logró crear ilusiones, pero estas solo podían ser vistas por una persona. Eso lo comprobó cuando intentó hacerle una broma a Bakugo.
Un día, mientras estaban en camino al bosque, Akari decidió intentar hacer que él vea a su madre regañándolo. Así es como descubrió que solo una persona puede ver las ilusiones, y así también es como Bakugo quedó siendo el centro de atención al estar peleándose verbalmente con el vacío.
Fue un gran día para Akari.

Poco después descubrieron que ella era capaz de teletransportarse, pero tenía que concentrarse de sobremanera, algo muy difícil para Akari, y solo podía aparecer en un radio de diez metros. Tanto Akari como Katsuki podrían afirmar que entrenar esta parte de su poder era la más divertida. Según Akari, a veces podía asustar a Katsuki apareciendo no muy lejos de él. Y en el caso de él, disfrutaba burlarse de ella al verla caer cuando se equivocaba con la altura, y aunque se pudiese lastimar, él estaba al tanto de ella para ahorrarle alguna lesión innecesaria.

Así fueron sus entrenamientos hasta el día antes del examen de admisión a la UA.

Ese iba a ser su último entrenamiento, por lo que Bakugo decidió tener una pequeña batalla. Solo pequeña, según él, por la obvia razón de que ninguno podía dar lo mejor de sí mismo, ya que si es que se lastimaban no serían capaces de tener el mejor rendimiento posible en el examen.

—¿Qué vamos a hacer, Katsu? Mañana es el examen, podríamos solo descansar —dijo Akari sin estar segura de por qué su compañero se veía tan serio.

—No vamos a descansar, tengamos una batalla —Bakugo veía a su próximo oponente seriamente por primera vez, sabiendo que cualquiera de los dos podría ganar.

—Pero nos podemos lastimar, eso significaría que mañana no podríamos poner a prueba todo nuestro entrenamiento. No creo que esto sea una buena idea —Akari sabía que su mejor y único amigo estaba dudando de sí mismo, él nunca había perdido ante nadie, y eso lo asustaba. En cuanto entrara a la UA, él vería a muchas personas con más poder y talento que él. Eso lo llevaría a sentirse débil.
Un ejemplo de esto es cuando uno en primaria era supuestamente un genio comparado a otros, pero con el paso de los años descubre lo equivocado que estaba. Y que, en realidad, no es nada especial.

Sabía que si derrotaba a su amigo, destrozaría todo su orgullo, y eso lo llevaría a tener muchas inseguridades. Aunque Bakugo no lo aceptara, él era muy crítico consigo mismo. Akari no podía darse el lujo de hacerlo sentir inferior, tal vez hayan tenido malos momentos, pero eso no justificaba humillarlo.

No solo no quería pelear con él para no herirlo, sino que ambos quirks eran destructivos, sumando el hecho de que ella todavía no podía controlarse, como mínimo uno de ellos se podría ver gravemente herido.

—Además, nuestros quirks son como mínimo destructivos. No sé tú, pero yo no quiero explicarle a mis padres como desaparecimos un bosque, y ¿quién sabe? La policía puede venir, no es como si tus explosiones sean muy discretas.

—Aún así, no tienes experiencia en peleas y eso te va a poner en desven-

—No te preocupes, piensa bien en esto. No pueden hacernos pelear contra otros, ¿verdad? Eso traería muchos heridos, y no creo que quieran causar daño a tantos menores de edad. Ya sabes siendo héroes y así... —lo interrumpió atropelladamente.

—Y una mierda —dijo mientras corría hacia ella, preparando una explosión en la palma de su mano derecha.

Akari chilló por el susto y saltó hacia un lado intentando esquivarlo, pero al hacerlo, una rama de un árbol cercano explotó. Bakugo paró en seco. Ninguno de los dos sabía qué era lo que acababa de pasar.

—¿Hiciste eso?

—¿Yo? Tú eres el de las explosiones.

—NO TODO ES MI CULPA.—Bakugo bufó, exasperado — De todos modos, parece que puedes explotar pequeñas cosas, ¿por qué no me lo dijiste antes?

—Ya quisiese haber sabido eso, pude haber destrozado mi casa.

Akari sintió escalofríos y volvió a mirar a Bakugo. Mala idea. Tenía una sonrisa que prometía sufrimiento psicológico a gran medida.
Otra vez se estaba arrepintiendo de haberlo conocido.

—Ahora termina de explotar este árbol —ordenó como el ser superior que es.

—Está bien, pero si lo logro ya no pelearemos.

—Hecho.

Nunca lo logró. Estuvo ahí horas, pero no pudo causar el mismo efecto que la primera vez.

No tan lentamente, Bakugo fue perdiendo la paciencia y la amenazó con pelear si es que no lo lograba. Akari estaba muy asustada en ese momento porque sabía que iba a cumplir su promesa.

Entonces, Bakugo se puso en posición para atacarla. Y al dar un fuerte paso hacia ella, Akari entró en pánico y solo podía mirar al árbol casi como si le pidiese que explote por sí mismo. Resignándose, se dio la vuelta justo para presenciar como varios árboles a su alrededor explotaban uno después de otro.
T

odo pasó en cuestión de segundos, Bakugo la tiró a la base del único árbol en pie, e instintivamente, la cubrió con su cuerpo para protegerse de los restos de los demás árboles que salían despedidos por los aires.

Ambos acordaron olvidar cómo pudieron terminar en la comisaría si no hubiesen salido corriendo.
Por suerte, ningún incendio fue iniciado.

Todo lo que se escucho antes que las sirenas de policía se acercasen fue:

—VÁMONOS DE ACÁ.

—TODO ES TU CULPA.

—¿MÍA?

—Si, tú me asustaste.

—Deja de culparme por tus estupideces.

Ya cuando se halló en casa, corrió a su habitación y se desplomó en la cama. Se durmió anhelando que ese último y contundente entrenamiento fuera suficiente para pasar el examen.

Gracias por tanto, perdón por tan poco. 🤡
Volví porque una amiga me estaba buleando. Me amenazó para que termine este cap y continúe con el fic. Comento que no estoy secuestrada. Tal vez.
Créditos a mi editora y secuestradora: moon_iew🏳️‍🌈

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⏰ Última actualización: Feb 23, 2021 ⏰

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Psíquica (bnha OC)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora