ChanYeol siente el estremecimiento que causa en el cuerpo del rubio, se quita la chaqueta y la camiseta que llevaba y sin esperar más acción de él, lo sube a sus hombros y camina presurosamente a su habitación; beneficios de tener una propia en esa gran casa.
Entra a su cuarto y tira con algo de fuerza a Jongdae en la cama, este se sentía algo abrumado por todas las sensaciones que le causaba el alto, pero no podría ni quería detenerlo; pudo sentirse algo asustado al inicio, pero sabia que no sufriría, ChanYeol no lo dañaría.
Y por otro lado, el pelinegro se deleitaba con la imagen que se le presentaba; mechones rubios alborotados, piel sonrojada y un cuerpo caliente y deseante de sexo.
Con rapidez se sentó a horcajadas sobre Chen y abrió bruscamente la parte superior de su pijama, logrando que la tela se despedazara y quedará tirada en algún rincón de esa habitación en la que se respiraba un aroma picante y atrayente.
-Hey, me comprarás una nueva -se quejo el pequeño mientras disfrutaba de los besos y las marcas que el otro dejaba en su cuello.
El menor recorrió cada parte del torso de su contrario con sus labios, desde los bellos huesos de sus clavículas, sus botones rosa que rogaban por más atención hasta su adorable abdomen que no estaba marcado, rió para sus adentros al tener esa parte de piel en contacto con sus belfos y pensar en lo tierno que era a pesar de la contradicción del escenario en el que se encontraban.
Mientras él hacia todo eso, el pequeño lo único que hacía era jadear y jugar con el cabello del contrario, era tan arrasador lo que estaba sintiendo que parecia drogado, estaba tan caliente, tan ansioso por entregarse y ser uno con ChanYeol que dejaría que él hiciera lo que quisiera.
Siguieron provocándose, besándose e intercambiando caricias candentes en las zonas suaves y erógenas de cada uno mientras se quitaban las últimas prendas que cubrían sus cuerpos; ya no aguantaban, se necesitaban, el interior de Jongdae lo llamaba y él no ignoraria eso.
Se estiró hacia su mesita de noche y con destreza, sacó el tubo de lubricante y una tira de condones; esparció algo de la sustancia viscosa en sus dedos y en un rápido movimiento ya tenía dos dedos en el interior de Chen, eran tan gloriosos los sonidos que salían de sus labios gatunos. Quería más, no quería tener esa sensación en sus falanges, sino en su miembro viril, quería a Jongdae alrededor de él, quemándolo con su interior.
Sin esperar más, sacó sus dedos, se colocó un condón y se inclinó sobre el cuerpo que yacía jadeante en la cama; el rubio sabía lo que se acercaba, así que separó aún más las piernas y besó a ChanYeol para ahogar el grito que estaba por venir... La primera estocada; certera, firme y fría por el lubricante, contrastaba tanto con su húmedo y caliente interior.
No habría nada ni nadie que lo detuviera, se estaba quemando en el pequeño pedazo de cielo que era su rubio; su cuerpo lascivo y sus expresiones eran tan tentadoras que podian hacer pecar hasta al más creyente, lo llevarían al cielo y al infierno con solo una mirada y una sonrisa.
El más alto seguía empotrando al de labios gatunos en la cama mientras éste gemía por más y dejaba marcas en la espalda de quién lo estaba ahogando en una vorágine de sensaciones placenteras y casi divinas; cada vez más fuerte, más rápido, más ardiente, más salvaje, más intenso.
Sintió su interior apretarse alrededor del eje de ChanYeol, su vientre se contrajo y en un segundo sintió su semen escurrir por su abdomen; para el pelinegro no fue un impedimento, es más, fue un aliciente para seguir llenando de placer a Chen, dió unas cuantas embestidas más y con un gemido y un ultimo beso se corrió dentro del condón.
Chanyeol salió de su interior, se quitó el pedazo de látex lleno de su esencia y lo arrojó a la papelera que tenía al costado de la cama, cogió algunos pañuelos de papel y limpio los restos de lubricante y semen del vientre, muslos y nalgas de Jongdae mientras éste aún se recuperaba del orgasmo; fue al baño, lavó sus manos y se recostó a su lado, el otro aprovechó esto para escabullirse entre sus brazos y sentir el calorcito que le daba el cuerpo de su amante.
-Creo que si sigues disciplinandome así, tocaré tu trasero en cada oportunidad que pueda -dice Jongdae mientras hace círculos con su dedo en el pecho de ChanYeol.
-Lo esperaré con ansias, Hyung -rie levemente y ladea un poco su rostro para besar los belfos rosados de su Jongdae.
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Playboy »ChanDae«
FanfictionDonde Jongdae, a pesar de todo, quiere seguir tocando el trasero de Chanyeol frente a miles de personas. [ #3 en ChanDae -19/07/19] [ #1 en ChenYeol -30/07/19]