―Y así fue como terminamos―Dije sin más a mi amiga Maria que me miraba atónita como si no pudiera creer lo que había escuchado.
― ¿Te ha terminado porque te ibas a venir a Madrid para ser cantante? ―Preguntó aun incrédula a lo que yo me limité a asentir con la cabeza.
―Es que hay que ser bien hijo de puta para querer obligar a la chica que dices amar a que no cumpla sus sueños, que bueno que no estaba yo ahí porque le habría soltado unos guantazos que mínimo lo dejaban en coma por tres meses―
―Tranquila Rocky ya pasó mejor vamos a preparar algo de cenar porque si no la que va quedar en coma pero del hambre voy a ser yo―Nos levantamos del sofá pese a las quejas y lloriqueos de mi compañera para ir a la cocina.
― ¿Que preparamos si solo hay un tomate y un pedazo de pimiento con mala pinta? ―Pregunto Maria con la cabeza metida en el refrigerador y en un tono como de niño pequeño cuando lo descubren haciendo una travesura.
―Joder Maria, ¿No hiciste las compras ayer? ―Pregunté molesta.
―Bueno si las hubiese hecho no estaríamos teniendo esta conversación ¿O sí? ―
― ¿Y encima me vacilas? Anda tira a por tu a abrigo antes de que te mate―Le dije mirándola de una forma tan amenazante que salió corriendo a su habitación en un instante pese a que era la persona menos atlética que había conocido en toda mi vida. Yo por mi parte me limité a tomar mi abrigo y un gorro que estaban en la percha que teníamos junto a la puerta.
Cuando estábamos lista me dispuse a abrir la puerta pero cuando lo hice me encontré a nuestras amigas África, Sabela, Marta y Julia que tenía su dedo en el timbre mirándonos sorprendidas―Menuda conexión tenemos que ni os tenemos que decir que llegamos para que abráis la puerta―Exclamo África que sostenía una botella de refresco―En fin, hemos traído pizza, refresco y chuches―Esta vez dijo Marta.
Antes de que pudiera decir algo Maria abrió la puerta para que pasaran y las guio al sofá donde hace poco estábamos ella y yo sentadas hablando de la vida a lo que yo solo me limité a cerrar la puerta y dejar la ropa que me había puesto para ir de compras donde estaban.
Cuando fui a la sala donde estaban las chicas que ya habían puesto las dos pizzas y el refresco en la mesa tomé un trozo de la que tenía piña y me senté en el sofá junto a Julia―¿Ibais a ir a algún lado? ―Preguntó Afri que sostenía un vaso de refresco en una mano y el mando de la tele en la otra―Pues íbamos a por comida porque a Maria se le ha olvidado que los seres humanos necesitan alimento para vivir y no solo cerveza―
―Es que lo sabía, hoy cuando me levanté para ir a trabajar vi que no había nada en el refri así que tuve que comerme algo en el hospital y luego pasé a hacer las compras, no os preocupéis ya las guardé y todo―Dijo la gallega mientras se servía algo de refresco.
―Sabeliña salvándonos la vida de nuevo―Exclamo la rubia sentada en el otro sofá junto a áfrica alzando una cerveza en forma de brindis.
―Hombre, mejor dicho salvándote la vida porque Alba se veía de un cabreada que pensé que le habías tirado las pinturas por el váter o algo así―Dijo Marta haciéndonos reír a todas provocando que Julia se ahogara un poco con un trozo de pizza.
―Eso es porque no ha follado desde que termino con el gilipollas de su ex y está necesitada de afecto―Exclamó la madrileña con simpleza ganándose una mala mirada de mi parte pero las risas de las demás.
―Que no ande contando mis intimidades por ahí no significa que no las tenga―Respondí tratando de que sonara lo más creíble posible porque aunque no quisiera aceptarlo Maria estaba más o menos en lo cierto, no había tenido relaciones desde que salí de Elche pero no era por eso que estaba de mal humor en este momento.
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Outsider
RandomPues nada que esta historia es producto de mi inspiracion espontanea y de mi locura permanente, si os gusta decidmelo y si no pues tambien