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29 de septiembre...

Buenas Días Señoritas, soy el profesor John: yo las orientare un poco en todo el campo laboral, para que su practica profesional, como secretarias, sea las mas exitosa y única-dijo aquel hombre por el cual todas deliramos algún día, la verdad es un hombre muy codiciado, aunque he llegado a la conclusión que las chicas lo codician, por ser tan noble y bueno. 

Las horas fueron pasando de una manera super aburrida, y yo la verdad estaba ya quedándome dormida ya que la noche anterior había trabajado, ya que empece a trabajar en un bar, y regrese a las 4 de la mañana a mi casa. 

La verdad, estaba mas que emocionada ya que era mi ultimo día de colegio, y al siguiente mes por  fin iba a salir  a enfrentarme a un campo laboral y conocer personas nuevas a la empresa donde me asignaban que iba a ir, todavía no sabia donde me tocaría hacer mi practica, mas sin embargo, la duda y la emoción no me dejaban en paz. 

A las 2 de la tarde cambiamos de maestro y llego la coordinadora de nuestra carrera, empezó a darnos las normas y las clausulas de lo que debíamos  hacer y no hacer mientras estábamos  en la empresa, ya que nuestro nuestro uniforme era patéticamente feo y aburrido, había una regla que yo sabia que nadie rompería, la regla era:  NO RELACIONARSE SENTIMENTALMENTE CON NADIE DE LA EMPRESA...

La maestra repitió varias veces esa regla, mas sin embargo nadie le prestaba mucha atención, porque todas comentaban lo mismo de uniforme. 


Que equivocada estaba, el uniforme y todo lo demás no iban a esconder lo que sentía por el,  alguien prohibido, excitante, atractivo y sumamente inteligente, o como yo le digo Mi modelo de Hombre Perfecto, con el que siempre tendré una Cuenta Pendiente. 

Sin querer queriendo, rompí la regla de oro, de mi institución; pero puedo decir con todo el deseo y la certeza del mundo, que fue lo mejor que pude haber hecho, ya que ese hombre es Mi eterno amor secreto. 

Cuenta PendienteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora