-Hola amor!- saludo el hombte que acababa de regresar del trabajo.
-Hola- dijo ella sin ánimos, con una débil sonrisa, esperando que él no notara su tristeza. -¿Qué tal te fue hoy?-
-Bien, estoy muy cansado, ¿Dónde están las niñas?-
El joven matrimonio tenía dos pequeñas y preciosas hijas.
Tenían estabilidad económica y una gran casa con patio y piscina.
Pero Agus no era feliz.Y la razón de todo eso era que estaba casada con alguien a quien no amaba.
Su marido era una gran persona, era bueno, atento, y cariñoso, tanto con ella como con sus hijas.Pero el gran amor de la vida de Agustina era alguien más.
Era un hombre frío y tosco.Daryl y Agus se habían conocido hacía muchos años atrás, y fruto de esa relación, había nacido su hija, Darylina.
Al enterarse de esto, Daryl se fugó, dejando una triste y devastada Agustina.
Poco antes de nacer su hija, contrajo matrimonio con Héctor, su actual esposo.
El dio su apellido a la niña y pocos años después llegaría su segunda hija.-Estan en clase de patinaje- dijo con voz apagada.
Su marido la miró con detención, ella estaba diferente, triste, apagada. Hacía tiempo que no reía, que no bromeaba con él. Y lamentablemente, sabía porque.
Héctor no era estupido, sabía que ella no era feliz con él, y apesar de que el hombre la había abandonado embarazada, ella seguía enamorada de él.
Aún así había mucho en esa historia que ella no sabía.
Héctor suspiró profundamente, toda esta situación lo estaba cansando y mucho.
Y estaba decidido a que esto cambiará de una vez por todas.
-¡ESTOY HARTO!- dijo mientras lanzaba las cosas de la mesa al suelo, causando un sobresalto por parte de la chica. -ESTOY HARTO DE VERTE SUSPIRAR POR ESE IMBÉCIL. -
A Agustína se le llenaron los ojos de lágrimas, él jamás le había gritado, jamás la había agredido de ninguna forma y ahora le temía.
Héctor tomo las llaves de su auto y salió de la casa golpeando fuertemente la puerta principal.
Horas después regresó, ya más calmado y con buen ánimo.
Las niñas se alegraron al verlo y él las abrazo con mucha fuerza, sobre todo a Darylina.No dirigió la mirada a su esposa, solo la ignoro y ella no dijo ni siquiera una palabra.
Y así continuaron por una semana, sin siquiera mirarse, sin siquiera hablarse, todo el ambiente estaba muy tenso entre ellos.
Agus se sintió deprimida porque era su cumpleaños y su marido no la había felicitado.
Y todo se puso peor cuando el llegó más tarde del trabajo.Se acercó a ella y le tendió un sobre.
-¿qué es esto? - pregunto ella.
-Feliz cumpleaños- dijo él
Ella abrió el sobre y sus ojos se llenaron de lágrimas. Eran los papeles del divorcio.
-¿Porque ? ¿Porque haces esto? - dijo mientras lloraba desconsoladamente.
-Esto ya no funciona Agustina, debes entenderlo. Te veo cada día con tristeza en los ojos, escucho como lloras en el baño mientras te duchas, pasas el día con esa cara de dolor. No me amas, lo amas a él. Y para serte sincero, tampoco yo te amo. Pero si te aprecio muchísimo, sos la madre de mí hija y siempre voy a cuidar de ustedes, de las tres. Pero no debemos estar más juntos, tenés que estar con quién realmente te hace feliz, con el amor de tu vida.
Agustina comenzó a negar con la cabeza.
-No! No! El me abandono, yo jamás regresaría con él.
-No, Agus, el no te abandono, él solo necesitaba asimilar más cosas, poco después de nuestro casamiento, él volvió a buscarte, pero ya estábamos casados, así que me pidió que cuidara de ustedes. Pero siempre estuvo presente. Yo.. - se aclaró la garganta- yo lo mantuve al tanto de todo.
Daryl se había contactado con él al poco tiempo de que se casaron.
Le pidió que cuidara de ella, que le diera todo lo que le hacía falta para hacerla feliz. Héctor quiso decirle que ni por todo el dinero del mundo su esposa sería feliz, porque su felicidad solo estaba con Daryl.Al contrario de lo que todos pensaban, Daryl seguía muy de cerca la vida de su hija y su gran amor. Lo poco que ganaba lo guardaba para la universidad de la niña.
Héctor por supuesto sabía de esto, y era también quién le proveía fotos de ella, así como varias de las cosas que fue abandonando de bebé. Ropa, juguetes, etc.
Algunas veces, cuando había competencia de patinaje, daba aviso al hombre para que esté pudiera verla.Agustina estaba hecha un mar de lágrimas, no podía creer lo que escuchaba.
El gran amor de su vida estaba interesado en ella y en su hija.- él te ama, pero creyó, como el idiota que es, que estarías mejor conmigo, porque cree no tener nada bueno que ofrecer. - la miró con ternura - ahora firma esos papeles y anda a buscarlo.
Él le facilito la dirección y ella sin pensarlo dos veces fue en busca de él.
Daryl se encontraba arreglando su motocicleta cuando ella llegó, lo vio ahí, tan sucio y pordiosero como ella lo recordaba.
Estaba profundamente enamorada de ese hombre.-¿No pensas bañarte nunca vos? - le dijo y esto sobresalto al hombre.
Quedó atónito al verla ahí, de pie, tan hermosa como siempre.-¿Qué haces aquí? - pregunto en voz baja.
-Me enteré por ahí, qué andas diciendo que no tenes nada bueno que ofrecer a tu mujer y a tu hija, y déjame decirte, estupido, que tenés mucho que ofrecer. - ella estaba firme, decidida a todo.
-¿Qué se supone que tengo para ofrecer? ¿Una sucia cabaña? ¿Una vida de pobreza? ¿Eso tengo que ofrecer?
-Amor- le respondió.
Sus ojos conectaron y Daryl se perdió en ellos.
-Solo tenés que darnos amor, y el resto, resto va a ser lo que tenga que ser. Podemos salir adelante de lo que sea.
Ely no resistió un segundo más y la tomo en sus brazos, la beso con firmeza, sus lenguas se mezclaron y el beso de profundizó.
-Te amo- dijo él
-Te amo- respondió Agustina.
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Buenoooooooo esto va dedicado a mí amiga PapiDixon
Ahre
Espero que te guste
Annie💕
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One Shots {Daryl Dixon- Norman Reedus}
FanfictionPuede contener escenas +18 historias completamente mías. prohibida su copia y/o adaptación completa o parcial. Annie