Capitulo 3- lazos irrompibles

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De todas las mentiras que me has
   dicho, esa es la que más me duele...
Maxon Schreave - saga la selección
Autora Kiera Cass
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La policía no tardó en llegar. Uno de los oficiales se encargó de descolgar el cuerpo mientras otro tomaba declaración a cada uno de nosotros.

Mikah tenía miedo, pude darme cuenta de eso. Siempre que se ponía nervioso se revolvía el cabello y ahora no paraba de hacerlo. Kile también parecía asustado, cada una de sus palabras salía entrecortada y para seguir hablando tenía que esforzarse. Will estaba más tranquilo que el resto, probablemente tenía algo que ver con su verdadera familia. Él era adoptado, jamás hablaba de sus padres biológicos, lo único que sabíamos era que su papá había muerto y que Will tenía un pasado doloroso que nunca quería recordar. Algo me decía que no era la primera vez que veía un muerto y quizás por eso era el más tranquilo de los cinco. Por otro lado, Julien no hablaba. Solo miraba hacia donde había estado el cuerpo colgado y pestañeaba  más fuerte de lo normal «una especie de T.O.C» pensé.

No sabría decir cómo me sentía yo en ese momento, tenía miedo, mucho miedo, pero aún así me sentía segura. Mikah no se había alejado de mí en ningún momento y yo lo agradecía. Después de todo, lo conocía más que a ninguno de mis amigos, incluso más que a Jane. Él era como un hermano para mí, siempre me apoyaba y protegía cuando lo necesitaba. Con tan solo una mirada podía decirle todo lo que me estaba pasando, y él podía responderme de la misma manera. Si alguna vez tenía algún problema, no duraría en recurrir a Mikah. Él era, desde pequeños, mi mejor amigo, el único que se había acercado a mi en el Kinder, el único que había querido entablar una amistad conmigo y el que siempre se preocupaba por mí. Ese era Mikah, mi mejor amigo. Aunque también teníamos nuestras diferencias, solíamos pelear mucho, eso era algo que me gustaba de nuestra relación, peleamos y luego nos reconciliamos como si nada hubiera pasado.

Una vez Mikah había querido llevar  nuestra relación a un nivel mayor que la amistad... Se me había declarado, había sido todo tan tierno que yo no tenía el valor suficiente para decirle lo que sentía. Aunque apreciaba mucho a Mikah, jamás lo había visto como algo más que mi mejor amigo y si bien sabía que si le daba una oportunidad iba a terminar tan enamorada de él como Apolo de Dafne, no quería hacerlo. Yo no quería perder a mi mejor amigo, por eso me negué. Quizás ese fue el mayor error de mi vida, pero aún así fuimos felices como amigos. Después de un tiempo, Mikah se fijó en Jane. A ella nunca la había visto de otra manera y comenzó a imaginar como sería y pues una cosa llevó a la otra y finalmente, comenzaron a salir. Yo estaba feliz por Jane, pero aún así, una parte de mí no quería que él estuviera con alguien más...

Mikah tomó mi mano.

— todo va a estar bien — me susurró
— supongo que tienes razón — respondí

Un policía se nos acercó, era alto y delgado. Su cabello era oscuro y tenía ojos marrones. Sus facciones eran muy marcadas y tenía una ceja levantada.
— hola oficial Court — saludó Mikah
— hola Mikah — respondió sin ganas. Luego me miró fijamente.
— ¿cómo te llamas?— preguntó
— Alia Merlyn señor— me sonrío y luego se giró hacia Mikah
— ¿otra vez tú metido en este caso? Te dije que te alejaras Mikahel — mi amigo odiaba que lo llamaran por su nombre y noté la molestia en su rostro. Contrajo la cara pero luego le sonrío.
— eso no es cierto oficial, usted nunca lo dijo —
El policía levantó la ceja izquierda y miró a Mikah directo a los ojos.
— aléjate Mikah, no quiero tener que tenerte por sospechoso otra vez.— El otro lo miró con una sonrisa pícara. Siempre hacía eso cuando estaba molesto pero sabía que tenía ventaja sobre alguien. —Si sigo encontrando tu nombre en cada expediente tendré que llamarte a declarar niño— agregó el oficial Court. Esa fue la gota que colmó el vaso. Mikah siempre había odiado que lo llamasen niño, en parte porque su padre solía hacerlo.
— por lo menos nosotros si encontramos algo, ustedes llevan semanas buscando en el bosque y nunca vieron nada — atacó Mikah casi en un susurro
— ¿qué dijiste?— el rubio dudó. Supe lo que pensaba ¿tenía que responder o sería mejor dejarlo así? Le miré con la cara que solía poner cuando le regalaba por algo. Él me miró pero hizo caso omiso a mis advertencias.
— dije que por lo menos nosotros sí encontramos algo a diferencia de ustedes — respondió a la defensiva
— ¡Mikah!— lo regañé. Él me miró a la defensiva.
—¿Qué?— me preguntó —solo digo la verdad— lo miré molesta ¿creía que podía jugar con la policía así? De esa manera solo nos traería más problemas.
— tienes razón — respondió el oficial —pero solo encontraron algo porque estaban en el momento y lugar equivocados. Solo por eso, los dejaré ir. Pero si vuelvo a ver a cualquiera de ustedes cerca del bosque, no dudes Sohllimon, que me los llevaré a todos a la estación — añadió tajante. Mikah le sonrio con desprecio y el detective se alejó para dar orden de que nadie entrara en el bosque hasta previo aviso.

—¿qué fue eso?— le pregunté enfadada
— no lo sé — respondió alzando los hombros
—la próxima vez solo vas a meternos en más problemas, ¡diablos! ¡Tienes que controlarte Mikah!—
— bien mamá, lo siento. ¿Eso querías oír?—
— a veces eres un idiota — le dije sonriendo
— pero por eso me quieres — reí. Amaba a mi idiota.
— no es cierto, solo soy tu amiga porque te tengo lástima, pobrecillo — dije fingiendo pena. Él rió, se sentó junto a mí y me abrazó.

— gracias Alia —
—¿porqué lo dices?—
— por ser mi amiga — sonreí y lo abracé
—te quiero idiota — le dije al oído
— y yo a ti mamá — reí, solía hacerlo cuando me llamaba así.

***

Ya habían pasado unos días y casi todos estábamos castigados. En especial Mikah ya que a su padre no le había parecido nada divertida la situación, así que estaría castigado hasta dentro de unas semanas. Era muy aburrido, solía llamar cuando nadie le veía, tenía prohibido ver a cualquiera de nosotros.

Tan solo una idea pasaba por mi cabeza. No podía dejar de pensar en ello, en todo lo que habíamos visto esa noche. Necesitaba saber quién era la persona que colgaba de la rama del árbol y también porqué alguien le haría eso a cualquiera... Era horrible...

Para mi suerte, el papá de Jane era policía y quizás supiera algo. Desde hacía dos días que su hija intentaba sacarle algo que pudiera servirnos para comprender qué había pasado. El bosque había sido cerrado, así que ya no sería tan fácil conseguir algo con lo que relacionar las muertes ¡era tan frustrante!

El teléfono sonó, creí que sería Jane pero no. Mikah era quien llamaba a las 3 de la madrugada, quién sino...

— ¿Hola?— atendí con cansancio
—¡Alia!—respondió, no parecía cansado— ¡hablé con Jane! Tiene algo—
—¿qué? ¿de veras? ¡Es genial! ¿y qué es?—
—no lo sé, dijo que no podía decírmelo por teléfono. Hay que reunirse —
—estamos castigados, tú mas que nadie —
—lo sé, lo sé pero tengo una idea—
—escucho— respondí
— mis padres harán un almuerzo en dos días, y hay mucha gente invitada. Los padres de Will, Jane y Grace vendrán—
—¿y qué hay de los otros?—
— La familia de Kile estará de viaje, así que él se estará quedando en casa de Will, por lo tanto vendrá —
— ¿y yo qué?—
— bueno, tu mamá es cocinera y la mía despidió a nuestro chef... Tu madre está contratada para hacer la comida de la fiesta, así que pensé que tu podrías ir con ella con el pretexto de que ayudaras a servir las cosas y eso —
— ¡es perfecto! Lo pensaste todo—
—lo sé, soy perfecto — reí hasta que recordé algo
— ¿que hay de Julien? A tus padres no les agrada y no creo que inviten a su familia...— Julien era de una familia humilde y por lo tanto, a los padres de Mikah no les gustaba la relación que había entre ellos...
— Julien es mi problema, ya está arreglado, no te preocupes —
—bien, entonces te veo en dos días idiota —
— te esperaré con ansias mamá — reí y colgué. No podía estar más ansiosa por la llegada del sábado, el día de la fiesta. Si, quizás tendría que trabajar mientras muchos de los otros disfrutan, pero al menos estaríamos juntos.

Tenía que hablar con Jane sobre e el asunto. Iba a ayudarla a arreglar su relación con mi mejor amigo de una manera u otra, así que teníamos que iniciar con la ropa que llevaría. Tenía que quedar hermosa, tanto como para opacar a Astrid, que probablemente también estaría en la fiesta...

RainwoodsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora