Nunca.
Nunca supe plantar cara a la tristeza.
Yo soy más de recostarme en su pecho
cautiva entre murmullos,
Mientras dejo que esta me acaricie el pelo.
Nunca supe leer poesía,
Que con tanto Bécquer y tanto Lorca
Me pierdo entre tanta metonimia y tanta alegoría
Y no sé si las flores son azules por el sufrimiento del poeta,
O porque las putas flores son azules ya de verdad
Sabes que me enredo tanto en los detalles de la estela,
que al final me quedo ciega ante la idea general.
Que tal vez todo son interpretaciones subjetivas, relativas
Acribillando nuestra mente como enfurecidos enjambres de avispas
Como siempre yo y la felicidad jugamos a las escondidas
Firma sentencia ciega mi cuadro de ansiedad.
Nunca supe querer como me pedían
como se quieren los amantes,
O como esos personajes ideales de película.
O tal vez sí que quise.
Pero lo hago todo tan rápido y tan mal que esta fábula parece un cortometraje sobre el amor y la toxicidad
Nunca supe bailar
Como bailan las musas de esta era, esas que tanto te gusta mirar
Yo no llevo tu nombre por bandera, Bailo como una bruja en medio del Sabbath
Nunca supe, ni sé, ni sabré parar a ordenarme las ideas
Nunca supe utilizar las palabras adecuadas al hablar
Que ya me gustaría cautivarte bajo el hechizo de mi labia
Pero me resigno ya sin pena ante la cruda realidad.
