Capítulo 10. Una vieja conocida.

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- Equipo pónganse sus paracaídas – Chris se puso de pie en el avión tomando los paracaídas – Todos estén preparados.

- ¿Quieres que te ayude? – pregunto Piers en mi dirección.

- Oye chico listo – sonreí – Yo puedo hacerlo sola – lo empuje un par de pasos hacia atrás – Pero gracias por tu amabilidad – mencione sarcásticamente.

- Yo solo lo decía porque es pesado – Piers comenzó a colocarse su chaleco.

- No es la primera vez que me uso uno – sonreí de medio lado de manera divertida.

Esa sonrisa fue borrada en el instante que el avión fue sacudido bruscamente y la puerta trasera fue volada en pedazos quedando todos expuesto en el aire. Nuevamente el avión se sacudió en una nueva turbulencia creada por el impacto de un misil en una turbina del avión. Mi cuerpo se estrelló contra el fuerte metal del avión.

-¡Chris! – mi voz salió muerta de miedo al ver como Chris había caído por el gran hueco del avión hacia el vacío y sin su chaleco, pues este se había atorado en una de las partes rotas – Piers, necesito que lideres el equipo – le grite a la oreja por lo alto y sin más me lance.

La presión del viento golpeaba mi rostro con y hacia volar los pocos cabellos que sobre salían de mi cola de caballo. Sentía palpitar mi corazón dentro de mi pecho fuertemente, la presión en mis oídos, pero sobre todo la incertidumbre y el nerviosismo de ver como Chris caía a tan solo una distancia de mí. Recordé las lecciones de paracaidismo de la BSAA cuando apenas era una novata y mantuve la calma, pues sabia y confiaba en que rescataría a Chris.

Poco a poco la distancia era más y más corta, pero asi como como la distancia entre Chris y yo era más corta, también lo era con el suelo. Y cada vez estábamos ambos más cerca de morir gracias a la caída.

Logre alcanzar a Chris sujetándolo del cuello de su playera, trate de sujetar a Chris a mi paracaídas de su chaleco, pero mis manos temblorosas y sudadas jugaban en mi contra, más aún la presión de la caía y el miedo a morir.

- ¡Ábrelo! – grito Chris lo más fuerte que pudo - ¡Ábrelo! – negué de inmediato, él aún no estaba sujeto a mí y si lo hacía - ¿Confías en mí? – cuestiono mirándome al rostro – Solo hazlo – cerré mis ojos con fuerza y tire del gancho sacando el paracaídas y esperando lo peor - ¡Ouch! – escuche la queja de Chris y abrí mis ojos para verlo – Aterrizaste sobre mi – sonrió de lado.

- Lo siento – sonreí bajándome de su cuerpo, al había recibido el impacto de la caída cayendo de espaldas al suelo y yo encima de él. Me puse de pie comenzando a quitarme el paracaídas de mi cuerpo.

- Capitán – escuche la voz de los chicos muy cerca de nosotros. Sin prestarles mucha atención comencé a quitarme todo lo que me sobraba del cuerpo.

- ¿Estas bien? – alguien había tomado mi mano. Levante mi rostro mirando al causante de aquella acción. Mis ojos se encontraron con los bonitos ojos de Piers que me observaban con una notable preocupación en ellos, él chico me escaneaba de arriba abajo sin importarle nada.

- Estoy bien – asegure con una sonrisa cálida y segura.

- Te ayudare con eso – Piers se apresuró ayudarme con el paracaídas que todavía se encontraba en mi cuerpo.

- Gracias – le agradecí una vez que sentí mi cuerpo liberarse de todo aquel peso - ¿Todos están bien? – el soldado frente a mi asintió - ¿Y los pilotos? – cuestioné recordando que habíamos sido atacados.

- Saltaron antes de que el avión se estrellara – respondió Nivans dejándome un poco más tranquila – Vendrá un equipo de rescate por ellos – asentí.

Resident Evil "La Otra Kennedy"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora