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-¡Ya te toque! - gritó mientras salía corriendo con todas sus fuerzas, no dejaría que lo atrapara, él sería quién ganaría y se llevaría el premio.

Soltó un quejido cuando algo cayó sobre su cuerpecito, unos brazos lo rodearon sujetándolo con fuerza, estaba en el suelo con su ropa ensuciándose, sus rodillas y brazos comenzaron a doler de seguro por un raspón.

-Te tengo - escucho cerca de su oído, se removió tratando de zafarse del agarre pero era demasiado fuerte.

-¡Suéltame! - exclamó logrando su objetivo, el cuerpo se levanto de encima suyo y le tendió una mano para ayudarlo a levantarse, la rechazó poniéndose de pie por su propia cuenta sacudiendo su ropa.

-¿Estás bien? - preguntó acercándose.

-Me lastimaste - hizo un puchero con sus labios mostrando la herida que tenía en su codo, un pequeño hilo de sangre se resbalaba de este.

-Lo siento - respondió tomando el brazo de su amigo, lo inspeccionó para luego dejar un casto beso en la herida, creyendo que así se curaría - Sana, sana colita de rana, si no sana hoy, sanará mañana.

(Por si no entiendes, Jimin es el que se lastimo y Jungkook lo intenta sanar xd)

Dejó otro beso en la zona recordando lo que su mamá hacía cada vez que se caía de la bicicleta, el dolor siempre se iba cada vez que recibía un beso, si era la cura para ese mal entonces lo llenaría de besos hasta que estuviera bien, pero era demasiado ingenuo como para no darse cuenta de los planes de su amigo.

-¡Te toque! - escucho que gritaba para luego prácticamente ser empujado, lo último que vio fue la pequeña figura desaparecer de sus ojos.

-¡Eso es trampa! - exclamó, levantándose y comenzó a correr tratando de alcanzarlo.

La misma acción se repitió, entre risas, caídas y golpes la tarde se fue, estaban completamente sucios por haberse puesto a jugar en la tierra y el pasto, no les importó llegar corriendo a la casa del otro, hicieron una carrera hasta ver quién llegaba de primero, asi eran todos sus días, jugando hasta que se hiciera tarde, aprovechando esos años tan cortos donde todo era diversión, permitiéndose crear un vínculo demasiado especial e indestructible, uno demasiado fuerte y que nada ni nadie pudiera romper.

La escena para la madre fue demasiado tierna, su hijo y su amigo se veían tan lindos juntos que no se resistió en traer su cámara y pedirles que posaran para una foto, ambos niños obedecieron abrazándose por los hombros y mostrando sus sonrisas sin algunos dientes, la noche cayó y era hora de despedirse, cada uno se fue a su cama esperando que fuera el día siguiente para poder pasar más tiempo con el otro.


Años después.

Alcanzó a escuchar los gritos dentro de esas cuatro paredes, podía imaginar lo congestionado que estaría el lugar, cuantas cámaras habrían a su alrededor y toda la masa de personas que estarían ovacionándolo o criticándolo por cada movimiento que haría. Las luces hacían un contraste en su rostro mientras se observaba en el espejo dándole los últimos retoques a su atuendo, respiro hondo haciéndose la idea de que volvería a tener que estar yendo de un lado a otro, presentándose en diversos escenarios en distintos lugares, acostumbrándose a la idea de que el ruido estaría presente a donde quiera que fuera, que muchas personas lo seguirían e incluso acosarían, pero ya estaba acostumbrado, después de todo era lo que quería, su sueño que ahora se había vuelto realidad.

-Sales en cinco minutos - escucho del otro lado de la puerta.

Asintió a pesar de que nadie lo viera, tomo entre sus manos el pedazo de papel que tenía pegado en una orilla del espejo, sonrío inconscientemente al ver la imagen frente a sus ojos, dos niños pequeños abrazados por los hombros y sonriendo a la cámara, sostuvo la fotografía con sus dedos haciendo que los recuerdos pasaran por su mente, apartándolo un segundo de la realidad y transportándolo al pasado donde todo era más fácil y divertido, donde no tenía horarios demasiado ocupados o no pasaba tan estresado. Lo extrañaba, extrañaba todo lo que esa foto le transmitía, ya no lo miraba, sus conversaciones eran mínimas y demasiado cortas, no sabía cómo le estaba yendo o que hacía con su día a día, su corazón ahora solo consistía en un pedazo de papel que siempre llevaba consigo.

Jimin dio un salto del susto cuando alguien abrió la puerta obligándolo a salir, dejó la fotografía en su lugar y salió de su camerino, llegó al pasillo que siempre debía recorrer, con cada paso que daba los gritos iban tomando mayor volumen, subió los escalones con las luces de los reflectores cegándolo, los gritos se tornaron feroces y eufóricos cuando puso un pie en el escenario. Cerró los ojos por un momento recordando por última vez esa sonrisa, los abrió y sonrío, la música comenzó a sonar y los alaridos aumentaron, dejó las palabras fluir, su voz volvió a sonar tan melodiosa y su cuerpo a moverse de forma magistral, todo lo hacía por él, y esperaba que muy en el fondo él también hiciera lo mismo.

*

Soltó un bostezo mientras apoyaba su mejilla en la palma de su mano, pasó a la siguiente hoja anotando lo más importe que había leído en un cuaderno o lo subrayaba con resaltador. Eran las 1:12 de la madrugada y Jungkook se encontraba estudiando para uno de los tres exámenes que tendría unas horas después, con la taza de café vacía a un lado y un desastre de libros tirados por todas partes dio un último repaso para luego estirarse en su asiento, el peso de sus hombros no se iría hasta que haya salido de cada examen con una sonrisa y con el semestre completamente aprobado.

Estaba seguro que algunos ya estaban durmiendo y otros terminando de estudiar, e incluso supo que unos apenas empezaban a hacerlo ya que el chat que tenía por Whatsapp con otros compañeros seguía activo con preguntas como "¿Cuántas páginas eran?" "¿Qué exámenes tenemos mañana?" "¿Quién me puede explicar este tema?" "Ya valí verg*"' sintió lastima por ellos ya que eran tres unidades enteras solo por una clase.

Comenzó a ordenar el desastre que estaba hecha su habitación a pesar de que estuviera cayéndose del sueño, entre bostezos y suspiros arreglo sus libros y guardo los lápices para no estar haciéndolo en la mañana cuando el tiempo estaba en su contra. Algo llamo su atención, empezando a cerrar los ojos estando parado un pedazo de papel salió volando de uno de sus cuadernos del semestre pasado hasta que cayó en el suelo, curioso lo tomo viendo la fecha que estaba escrita detrás de este, lo volteó viendo la imagen que estaba plasmada, su corazón latió de forma rápida y una sonrisa se dibujó en su rostro, dos pequeños niños aparecían en esta, con la ropa sucia al igual que sus cuerpos, se abrazaban por los hombros y parecían demasiado felices, sin ninguna obligación o preocupación, más que solo disfrutar de la vida, dos niños inseparables que con el paso del tiempo fueron tomando caminos diferentes y ahora solo los unían los pocos recuerdos que tenían y consistían solo en fotografías.

Fue cuando lo recordó, el foco en su cabeza se prendió y dio un salto haciendo que todo el sueño se le esfumara y olvidara lo que estaba haciendo.

-¡Jimin acaba de dar un concierto!

Prendió su celular rápidamente entrando a todas las redes sociales que tenía encontrando un sin fin de publicaciones de lo genial que estuvo su amigo en el escenario. Se le hizo de mañana escuchando las canciones y leyendo comentarios que no se dio cuenta cuando ya era demasiado tarde y tuvo que correr para alcanzar el autobús llegando diez minutos atrasado a su primer examen, con la misma ropa del día anterior y con grandes ojeras.

Pero estaba feliz ya que sabía que Jimin había vuelto a brillar.






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Holisssss xd el primer capitulo ya esta listo🎉🎊 ^^ espero que les haya gustado❤ lo hicimos con mucho amor para todxs ustedes personitas lindas💜💜💜

Hasta pronto

👋💖

Inmarcesible °Kookmin°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora