Nuestro reencuentro ~

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Te juro que te amé, te amo y te amaré incluso después de la muerte.

~Ha pasado tanto tiempo desde que el tenía conocimiento de su muerte o esto fue lo que pensó que había ocurrido, no entendía muy bien qué fue lo que sucedió o como estaba aún con vida, se encontraba cerca de Yummeng, en un área donde el sol de medio día se notaba dejando ver un campo verdoso y rebosante de vida, a FengMian no se le había visto nunca usar su arma fuera de una pelea seria como lo fue el suceso del clan Wen a la masacre del clan Yummeng Jiang, su esposa estaba muerta, como podía aceptar eso, su corazón dolía pero extrañamente no lloraba por ello, en su diestra, cerca de su cintura estaba la correa con su espada en su funda, su cabello como típicamente estaba sostenido, su vestimenta de color morado con una ropa debajo de color negro es lo que traía puesto.

Se encontraba apoyado con su espalda en un árbol recordando todo. Después de una hora de estar así se dispuso a ponerse de pie con gran odio en su corazón, dio 12 pasos hasta llegar al centro de dicho campo rodeado de árboles.

Su mano izquierda fue guiada al mango del arma, pero justo antes de tocarlo guió ambas manos a acomodar la cinta que amarraba su cabello, lo ajustó bien para evitar que se soltara y volvió a llevar su mano al mango de la espada para desenfundar la misma, al ser sacado de la misma ya mencionada funda se pudo ver el pequeño destello del sol en la hoja tan bien cuidada de la espada, dispuesto a prácticar haciendo sombra su manejo de la esgrima.

Llevo la mano que sostenía la espada a la altura de su rostro y colocó su mano derecha sobre la otra, aunque cubrió sus ojos con el brazo, sus codos se ubicaron a la altura de sus hombros, sus piernas se colocaron de forma que el pie derecho estaba semiflexionado hacía adelante con la punta del pie recto, su pierna izquierda se encontraba atrás de modo que era el soporte y señalaba el punto donde debería moverse, antes de mover hacía adelante la espada su mano derecha tomo posesión de ella y fue movida hacía un lado quedando la espada chocando contra el suelo, volvió a tomar la espada con la manos derecha cómodamente para que esta estuviera mirando hacía al frente, aquella acción hizo que su pie izquierdo se moviera un poco de su ubicación anterior, bajó su brazo izquierdo y subió el derecho de forma recta a la altura de su hombro, su palma quedo hacía arriba y ambas piernas se encontraban rectas, hizo bailar en el aire a la espada moviendolo a un lado mientras su mano izquierda mantenía la palma hacía el frente señalando una dirección como si de una mira de una franco se tratara, su pierna derecha se volvió a flexionar, su rostro era serio, sin mostrar ni dolor, ni felicidad, su brazo derecho seguía recto pero la mano había hecho que la espada estuviera apuntando al oeste, volvió a hacer bailar la espada como si cortara algo hacía arriba mientras sus piernas apenas y tocaban el suelo en son de imitar un baile con elegancia, su mano izquierda al ser como una mira señalaba los lugares donde golpearia o pasaría su espada, su cabello se ondeaba con el movimiento del viento en ese lugar.

Antes de seguir con su práctica escuchó pasos cercanos, alguien se acercaba, un animal o una persona?; detuvo su ritual para mirar al sureste, la dirección en donde venía el sonido, la hoja de su arma se encontraba mirando al suelo apoyado en el mismo, pronto una figura más alta que la de él se pudo divisar entre los arboles, la ropa que tenía FengMian estaba algo arrugada por los antiguos movimientos que hizo, su mirada seguía sería.

La figura pronto salió mostrando una sonrisa, esa sonrisa orgullosa que en algún momento le había encantado ver dirigida solo para él, sus ojos se abrieron y sintió una punzada en el corazón al ver a tal hombre vestido de blanco y rojo, con el símbolo de un sol naciente de oro, el odio no inundó su cabeza, solo hizo que este volviera a su mirada sería pero se dispuso a hablar~

- Qué haces aquí? Wen RuoHan, vienes a rematarme?

~fue lo que expresó con toda seriedad mientras el hombre no le dirigió una palabra, aquel hombre de buena apariencia no detenía sus pasos hasta que estuvo delante de él, FengMian subió su mirada dirigida hacía RuoHan, extrañamente su corazón se aceleró y pálpito fuertemente de alegría, tenía impulsos de abrazarlo pero su orgullo era más que otro deseo merodeando por sus pensamientos.

No pudo evitarlo, su orgullo fue disminuyendo, siendo ahora preso de sus deseos, sus acciones fueron impulsos.

Soltó su espada dejándola caer al suelo y llevó la mano derecha al rostro de aquel hombre, la mano del hombre cubrió la suya y plantó un beso suave en su palma, sus mejillas se tornaron carmesí, una sonrisa se formó en su rostro y sin medir sus palabras pronunció~

-Te amo...

~Al darse cuenta de su anterior frase expresada haciendo ahora que el carmesí menor fuera más intenso pero Ruohan le estaba dirigiendo una sonrisa cautivadora, o eso era para él, los nervios invadieron su cuerpo, temblaba por el temor de haber dicho algo que no debió frente a él.

RuoHan lo tomó en sus brazos cariñosamente abrazandolo para corresponder su extraña declaración, FengMian no se opuso a aquel acto, en su lugar lo correspondió de la misma manera demostrando que sus anteriores palabras eran sinceras.

Este fue el principio de una gran historia entre estos dos hombre que en algún momento cruzaron caminos llenos de odio, apesar de toda la masacre que hubo por parte del clan Wen, el más culpable era Wen Chao, Wen RuoHan para su corazón era inocente y le resultaba mucho más fácil perdonar a aquel hombre y ofrecerle todo su amor, un amor que deseaba haberle demostrado hace 20 años atrás.~

El amor que te tengoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora