El amor que te tengo

Nuestros días juntos tendrán fin?

Había pasado cerca de un mes desde que estos dos adultos habían iniciado una relación formal, Jiang FengMian y Wen RuoHan, ninguno de los dos se había dejado ver o notar por otros, vivían apartados, entre los limites de la secta Yunmeng y lo que antes era el clan Wen. FengMian no aparecería hasta sentirse seguro de si mismo, ¿Cómo lo tomaría su hijo e hija?, el debía ser el actual líder. Ahora que la relación era oficial para ambos y que tras eso, su amado era considerado un monstruo (para que mentir, era como un animal salvaje), y sumado a eso ambos eran hombres, que gran problema era amar sin que alguien saliera lastimado, a pesar de ello no lo iba a dejar, esta vez lucharía por ser feliz, lucharía por amor, esta vez no iba a retroceder y seguir los deseos de otros, solo en esta nueva oportunidad de vida iba a amar sin importar las palabras, aunque bien sabía que le dolerían, iba a seguir adelante, a amar y ser amado.

Su amado RuoHan día tras día al verlo en este estado lo abrazaba y calmaba sus pensamientos, le llenaba de cariño, besos y caricias sin llegar a lo sexual. Su persona preciada no parecía un animal, el animal que había participado en la destrucción de su secta y de su muerte. RuoHan era calmado, tierno, amable y lo complacía o trataba de hacerlo cada que este se perdía en sus pensamientos insanos y lo hacían decaer, como su existencia era privada su vida era pacifica, la cabaña donde vivían era propiedad de RuoHan, algo que nadie conocía, o eso afirmo él. El terreno era lo suficientemente amplio y tenia una barrera para evitar intrusos, cerca había un lago, animales los cuales cazaban y comían diariamente, eran cuidadosos en todo, dormían juntos en la cama que había, había ropa extra, por ende, se podían cambiar, aunque todas representaban al clan Wen, no era un problema. RuoHan en las noches se aferraba a él como un niño pequeño con su juguete favorito. FengMian se despertaba a las 10:00 y RuoHan a las 13:00.

Un día como siempre FengMian se despertó con un calor intenso, con mucho esfuerzo y batalla se escapó de los brazos de su amado, preparó el desayuno y un cambio de ropa, decidido ahora se dispuso a despertar a RuoHan antes de tiempo. Amargamente este se despertó, FengMian teniendo una sonrisa amable, esa característica de él, lo recibió de su sueño, siendo esto lo primero que vio RuoHan, ese acto le hizo soltar un suspiro pesado, sumergió su rostro en la almohada.

- A-Han quiero ir a la secta.

Comento en un tono decidido FengMian, estas palabras hicieron que RuoHan se sentara de golpe con una presente expresión de ira, lo complacería en casi todo menos alejarse de ese lugar, se supone que estaban viviendo bien así.

- No A-Mian, no iras ni iremos y lo debes tener claro.

Fue lo que contesto RuoHan usando un tono alto. Esta forma de responderle hizo molestar a FengMian, suspiro y se puso de pie saliendo de la cabaña. RuoHan solo quería protegerlo de lo que pudiera lastimarlo, fueran palabras o acciones, FengMian no quería huir toda su vida, sus pensamientos estaban siendo egoístas. No se dirigieron ni palabras, ni miradas en todo el día hasta caer la noche. Este acto infantil enojó más a RuoHan, fue en su búsqueda, lo encontró a la orilla del lago en posición de loto, sin avisarle de su llegada se dirigió a él y lo tomó del brazo, lo arrastró prácticamente desde ese punto hasta su hogar.

- ¡A-Han suéltame!, me lastimas...

Exigió FengMian, pero fue rotundamente ignorado por el más alto. Al llegar fue lanzado dentro del lugar y cayó cerca de la cama.

- FengMian deja tu idiotez, debes entender que...

No termino de hablar, antes de que pudiera hacerlo su pequeño y amado FengMian había bajado la mirada al suelo, parecía que fuera a llorar, esta imagen mostrada de él le destrozo el corazón, sin haberse dado cuenta lo estaba lastimando al dejarse dominar por su ira, soltó un suspiro y se aproximó a este, tomó su mentón y le hizo alzar la vista, se arrodillo para estar a su altura, el rostro de FengMian estaba húmedo, había llorado, RuoHan le dirigió una mirada llena de amor mientras se acercaba más a unir sus frentes.