Para poder ir a la universidad tenia que viajar en metro y cruzar la ciudad, era tan aburrido y odioso pasar un poco mas de una hora en aquellos vagones sin contar que el horario que me había tocado durante ese semestre era un poco cansado y siempre salia después de las 8:00 pm.
Era muy común ver a las mismas personas abordar el mismo vagón que yo ya que era una hora concurrida donde la mayoría finalizaba con sus actividades, como siempre pague mi boleto y pase a la zona donde esperaría mi linea, subí y busque algún asiento disponible para después tomar asiento y de mi mochila sacar mis audífonos y hacer menos pesado el camino. De pronto un chico se acerco a mi diciendo algo lo cual no escuche así que me deshice de mis audífonos.
- ¿Disculpa?
-¿Puedo? - Dijo señalando el asiento que estaba a un lado mio, yo solo asentí.
El era muy atractivo de verdad y lo aseguro por que la mayoría de las chicas que lo ven se le quedan viendo como bobas, su cabello es largo pero no tanto solo lo suficiente para cubrir sus orejas, sus ojos son de un color miel, su nariz era perfecta y claro tenia un perfecto perfil, vestía con un traje negro por lo que supuse que trabajaba en alguna empresa pero como alguien tan "elegante" viajaba en metro.
No quería parecer una acosadora admirándolo así que volví a lo mio, cuando menos lo espere estaba por llegar a mi destino y sin darme cuenta el ya no estaba me perdí tanto en mi cansancio que ni siquiera note cuando el chico apuesto bajo, no le di tanta importancia al tema solo es un chico que no volvería a ver.