Todo se divisaba oscuro a lo lejos...¿Qué es esto? ¿Angustia? ¿Dolor? No lo entiendo... A lo lejos pude ver una silueta, yo parecía correr con todas mis fuerzas hacia aquel lugar, hacia esa persona. Por más que corría, no lograba verlo.. ¿Quién es?
Lo único que veía era su largo cabello y su pálida piel, por fin pude acercarme y entonces él sonrió. Jamás había visto una sonrisa tan hermosa...De un golpe me levanté de mi cama. Mi cuerpo estaba cubierto en sudor y mi respiración tan agitada como si hubiese corrido una maratón de treinta kilómetros. Todo aquello fue un sueño. Volteé a ver mi despertador y marcaba las cinco de la mañana, fue entonces que simplemente me levanté de la cama, me dirigí al baño para ducharme.
Una vez limpio, me vestí con mi característico par de pantalones negros, camisa amarilla y chaqueta anaranjada; peiné mi cabello hacia atrás como siempre, usaba un gel especial y gracias a eso el color castaño de mi cabello resaltaba mucho más.Aún quedaba tiempo, así que me apresuré a ir a la cocina a desayunar. Solía desayunar siempre algo potente, pero por alguna razón este día solamenteme permití hacerme un par de tostadas con mantequilla de maní acompañadas con un café negro.
Mientras comía mi desayuno recordaba mi sueño... De todas las personas del mundo... ¿Por qué él? Nunca estuve muy al tanto de los significados de los sueños y realmente no era algo que me importase, de todos modos, él simplemente es un perdedor con el que simplemente me divierto.Finalmente mi desayuno había desaparecido, el reloj marcaba las seis y cuarto de la mañana, junté mis cosas y marché hacia la parada del bus y pasados unos minutos éste llegó. Lo abordé y luego de un tiempo llegué a la otra parada, en la que me bajé y caminé hacia la escuela.
Como siempre, parecía ser un día tan aburrido y corriente. Alcé la vista, me encontré con una inmensidad de nubes grisáceas, parecía que pronto comenzaría a llover.
Maldije por lo bajo, ya que detestaba los días lluviosos, además de no haber traído mi paraguas. Sin más, coloqué la capucha de mi chaqueta y sujetando mis cosas ingresé por el pórtico del edificio. Marché hasta mi salón, más de la mitad de la clase estaba presente, me miraron confusos... ¿Cómo no? Si siempre llego tarde a clases, sin embargo esa maldita pesadilla me sacó antes de la cama.
Caminé en dirección a mi asiento, pero me detuve junto a un muchacho de contextura delgada. Sonreí de lado con algo de malicia, tomé su estuche de lápices, lo abrí y rocié por su mesa todo el contenido.~ Deberías juntar eso...¿Escuchaste? ¡¡Ja, ja, ja!! Idiota.
El chico pareció ni inmutarse, apenas movió sus manos hacia sus útiles juntándolos en sus manos. Tenía una piel sumamente pálida, prácticamente translúcida y un cabello tan oscuro y largo que no dejaba que viese su rostro... Realmente ¿Alguna vez vi su rostro? No importa, después de todo es solamente un perdedor.
Me senté en mi lugar, que daba justamente dos asientos detrás del chico.El tiempo pasó lento, las clases eran aburridas como de costumbre y mientras buscaba como entretenerme, se me ocurrió la brillante idea de gastarle una broma.
Es así como en el momento del receso fui hasta la habitación del conserje junto a dos de mis cómplices, llenamos un balde con agua y lo llevamos hasta el salón de clase. Me paré encima de una silla y abrí la puerta levemente para después colocar el balde en el sitio, bajé de la silla y me dirigí a mi banco para sentarme en él.Noté un papel brillante debajo y algo confuso tomé el paquete. Parecían ser galletas, tenía una tarjeta pero no le presté atención, simplemente comí unas cuantas galletas y luego dejé el paquete en mi banco.
~ Diablos.. esto está delicioso...
Pude escuchar una chillona voz desde el otro lado de la puerta entre todo el bullicio de los idiotas que tenía por compañeros, realmente no importaba si el balde caía en otra persona, lo importante era ver como un tonto era humillado frente a toda la clase. Me quedé cerca de la puerta para presenciar la escena, la cual finalmente llegó.
Para mi fortuna, el que abrío la puerta era el flacucho translúcido de Gian Phers. El balde cayó enteramente en su cabeza y quedó sobre su cabeza, no pude aguantar la risa y exploté en carcajadas, así como toda la clase. Me acerqué al chico todo empapado y con mi mano quité sus cabellos de sus ojos, asombrándome por lo que pude observar.~ ¡¡¡Qué has hecho!!! ¡¡Ya es suficiente!! ¡Déjalo en paz de una vez por todas Rand! ¡Eres un maldito imbécil!
Ah.. su voz chillona, nuevamente reprochándome ¿Por qué solo no se sienta a disfrutar de esto?
Aunque... por alguna razón no puedo oírla con claridad... ¿Por qué? Y sus ojos... los ojos de Gian son azules y marrones... ¿Tiene heterocromía?
Luego de unos segundos volví a la realidad y me alejé del chico y de la chillona. La chica abrazó al muchacho y se lo llevó, momentos después llegó el maestro y continuó la clase.La clase había llegado a su fin y con ella el día de cursado, el "fantasma" no había vuelto, supongo que fue tanta la humillación que se tuvo que ir a su casa a llorar con su mami. Como sea, junté mis cosas y me fui a tomar el bus para irme a mi casa.
En el transcurso del viaje no podía parar de pensar en sus tan llamativos ojos y en la expresión que tenía en su rostro, lo recuerdo con perfecta claridad... Era un rostro agobiado pero a la vez inamovible, como si intentara no deshacerse ahí mismo con todas sus fuerzas y que incluso fuera capaz de lograrlo, pues a simple vista parecía no importarle. Volteé a ver la ventana y ya estaba en mi parada, rápidamente me apresuré a bajar y caminé con mis manos en los bolsillos hacia mi hogar.Por fin el día se había acabado, me recosté en mi cama aún no pudiendo sacar el recuerdo de lo que había sucedido hoy. Sus ojos, sus gestos, su mirada desafiante, lo pálido de su piel, su cabello mojado... ¿Qué sucede conmigo?...
~ ¿Por qué no puedo dejar de pensar en ese perdedor? ¿Estaré enfermo?
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¡Hola de nuevo! Este es un nuevo proyecto de un amigo y yo.
Esperamos que les guste.Será una historia corta, pero entre ambos estamos poniendo todo nuestro empeño para que sea una lectura disfrutable.
¡Hasta otra!
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No te acerques más.
ContoLa historia nos presenta a dos jóvenes, uno más reservado y tímido y otro con complejo de superioridad, el cuál se burla del de menor presencia e intenta dejarlo siempre en ridículo. Un acontecimiento sucede, haciendo que las cosas cambien drástica...