Nerd [Paulo Londra y tú]

8

Mis piernas se enredaban en las sabanas obligándome a seguir acostada.

-Amor, despierta. Faltan 15 minutos -anuncia mi madre desde la puerta para luego desaparecer en el pasillo.

Mis párpados pesaban, mis ojos se cerraron nuevamente.

Un fuerte golpe en la puerta me obligó a abrirlos repentinamente.

-¡Te dije que te despiertes! Faltan 5 minutos, no digas que no te avisé -grita mi madre sacandome las sabanas de un tirón.

Me incorporo rapidamente, corro al baño a lavarme la cara, cepillarme el cabello y correr a la parte baja de la casa, tomando mi mochila.

-Yo te llevo, hija. Sube al auto -ordena mi padre tomando las llaves abriendo el portón donde se encontraba el auto.

Tomé una botella de agua y un tapper con frutas varias, me subí a la parte del copiloto y miré el reloj. Las 7, llegaría tarde.

Mi padre puso en marcha el auto y salimos rapidamente a la escuela, un semáforo en rojo nos paró por unos minutos.

-¿Como está Paulo? -pregunta el adulto sin sacar la vista de la ruta.

-¿Por que te preguntas eso? -pregunto mirando la ventanilla, faltaban pocas cuadras.

-Él te ayudó mucho los ultimos meses, deberiamos invitarlo a cenar algun día en forma de gratitud ¿Que piensas? -propone mi padre estacionando frente a la puerta de la escuela, le di un beso en la mejilla y bajé corriendo.

Subí los pasillos, es obvio que la clase ya había comenzado ya que nadie caminaba en las escaleras.

Suspiré hondo y entré en el salón, todos me miraron

-10 minutos tarde, señorita Bernardi -acota la profesora de literatura mientras apoya el fibrón en el pizarrón.

-Perdón profe, había mucho tránsito -me disculpo sentandome en mi lugar.

Mientras sacaba mis libros, miré sigilosamente hacia atrás para comprobar si Paulo estaba allí.

No sé por que ultimamente esta tan extraño, tuvo relaciones con mi mejor amiga y luego le pegó a Joaquín.

Él no despegaba la vista del pizarrón, achinaba los ojos como si estuviera verdaderamente concentrado.

-Pst, Luana -susurro llamando la atención de la pelirroja que se encontraba delante mío.

Ella se da vuelta rebajandome ¿Desde cuando mi amiga me trata así?

-Estoy prestando atención, mejor ni me hables -aclara dandose la vuelta pegandome con su melena roja.

-Luana -la llamo nuevamente -¿Encerio te acostaste con Paulo? -le pregunto entre dientes y Luana se da vuelta orgullosa -Me lastima que lo hayas hecho sabiendo que el me gusta hace tanto -añado y la profesora escucha mis murmuros.

-Señorita Bernardi ¿Le sucede algo que está tan distraida hablando con Luana? -pregunta llamando mi atención y yo niego.

La clase siguió como de costumbre, al tocar el timbre del recreo corrí detrás de Paulo para poder hablar sobre todo lo que pasó.

-¡Pau! -grité cuando él pasaba delante mío tomando una botella de agua.

Él simplemente se dió vuelta para luego ignorarme, acomodó sus lentes y siguió caminando entre los pasillos, hasta perderlo de vista.

Está claro que no voy a poder hablar con él en la escuela, por lo que se me ocurrió ir a su casa esta tarde.

Salí de la escuela hablando con Camila sobre el extraño comportamiento de Luana.