Capítulo 22

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Yue seguía sin procesar la noticia de su Nieto.

—¿ Matrimonio?... Pero hijo, estan muy jóvenes aún— dijo Yue

—No te preocupes, después de mi graduación ya tengo empleo, muchas empresas me ofrecieron una oportunidad. Tengo talento para los negocios Internacionales— dijo Krilin sintiéndose orgulloso

—Pero... —Yue fue interrumpida

—Le daré una buena vida a Lazuli, sí es que por eso estas preocupada. Además, no creas que me olvidaré de ti. Eres muy importante y así cómo lo hiciste conmigo yo también te sacaré adelante — dijo Krilin tomando las manos de su abuela

—Krilin, no es eso. Tengo miedo que Lazuli no piense igual— dijo Yue mostrando cierta preocupación en su mirada

—Abuela, sé que ella siente lo mismo que yo. La conozco, y puedo decir que es mi alma gemela. Y la quiero a mi lado para toda la vida— dijo Krilin sonriendo

—Jamás te había visto tan enamorado... — comentó Yue

Krilin miro una vez más el anillo de compromiso antes de volver aguardarlo.

—... Iré hablar con Leysa. Voy a disculparme con ella por no haber cumplido lo que le prometí— dijo Krilin

Yue lo vio retirarse

—Cómo decía, nunca lo ví tan enamorado y no quisiera verlo con el corazón roto— dijo Yue triste

Mientras que...

Naoko estaba en su habitación con poca Luz. Había caído en una severa depresión por no saber absolutamente nada de su melliza, él observaba una fotografía de ellos dos juntos donde sonreían muy contentos y eran más jóvenes.

La ama de llaves tocó antes de entrar a la habitación y trajo la cena para Naoko.

—Su cena, joven — le aviso mientras colocaba la charola en un escritorio cerca de la cama

La mujer veía la tristeza desbordante que transmite la mirada de Naoko.

—Nunca pierda la esperanza de que un día va aparecer— comentó

Naoko quito su vista de la fotografía para verla a ella.

—casi un año... Un año de no saber nada sobre ella —Suspira— Quizás me arrepienta de lo que diré pero, jamás debí aceptar que saliera de su cuarentena— dijo Naoko

—Pero ella sufría mucho— comentó La mujer

—Ahora se sufre más por ni siquiera saber si esta viva— dijo Naoko dejando a un lado la fotografía

—Habló de que... Seguro la joven Leysa huyó por lo mucho que sufría. —se acerca más a él— No me gusta ser chismosa, pero cada vez que usted se iba a la Universidad se escuchaban gritos y llantos de ella— dijo la ama de llaves

—¿Que estas diciendo? — Naoko se Levantó de su asiento

—Sin embargo, nosotros somos empleados y no podemos o tenemos derechos sobre lo que ocurre— dijo La mujer

—¿Todos los empleados la escucharon gritar? — cuestionó Naoko

Ella asintió con la cabeza

—El mayordomo puede contarle más respecto a esto. Yo sólo llevó un año y medio trabajando aquí— dijo la Mujer y después se retiró de la habitación

Naoko se había quedado con muchas dudas y un presentimiento no muy grato.

En un laboratorio...

Corazón Elástico [Krizuli]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora