Horas después...
Leysa abrió los ojos de golpe y miro a su alrededor. Era nuevamente ese frío laboratorio, no tardo en darse cuenta que unas cadenas especiales la volvieron prisionera.
—Por fin despiertas— habló Maki Gero mientras observaba en su mesa los objetos de tortura que había preparado
—¿Como me encontraste? — fue lo primero que pregunto Leysa, su respiración comenzo a ser más pesada
—Tarde en hacerlo no me lo pusiste nada fácil— dijo Gero mientras tomaba una daga delgada y filosa
Leysa al verlo venir, intento safarse pero era en vano. Ni siquiera podía transformarse
—¿Que me hiciste? — pregunto Alterada
Gero puso la daga en el cuello de ella
—Dime con quien te fuiste— dijo Maki Gero
Leysa guardo silencio, no se lo diría jamás.
—Anda, no te vas a sacrificar por un hombre. Te vas ahorrar mucho dolor, hija — dijo Maki Gero
—Nunca lo sabrás— dijo Leysa
—Tu sabes la facilidad que tengo de ir a la dirección donde te encontré. Pero me encantaría más que tu me lo dijeras— comentó Maki Gero
Leysa se preocupó mucho, no quería que Yue y Krilin fueran dañados.
—... No te lo diré nunca— se negó Leysa una vez más
Gero la miro fijamente por unos segundos y por sorpresa le encajó la daga atravesando su brazo y ella pego un fuerte grito.
—¿Sigues pensando igual? — pregunto Maki Gero
—No te lo diré— dijo Leysa entre dientes
—Casi un año fuera de casa con ese hombre... Ya te hizo suya ¿verdad? — dijo Maki Gero mientras retiraba la daga del brazo y se la encajó en el hombro
Leysa arqueo la espalda del dolor y su sangre goteaba al piso, la agonía era demasiada
—... Prefiero morir a darte información de él— dijo Leysa respirando agitada
—Ya veo —saca la daga de su hombro— Estas enamorada de ese hombre ¿o no? — tomó el rostro de Leysa para que lo viera directo— Mi niña, tu ni siquiera tienes libertad
—Cuando mi hermano se enteré de lo que me haces... — dijo Leysa enojada
—Claro... Ya me imagino que pasará— dijo Gero con burla
Gero le encajó la daga en la pierna y la dejó allí.
Leysa cerro fuerte los ojos y aguantaba en no llorar de dolor.
—Yo mismo investigare y lo voy a matar frente a ti— dijo Maki Gero
—No... —Leysa respiraba de forma acelerada
—Le daré la peor muerte que te imagines— dijo Maki Gero
—No te atrevas — dijo Leysa, sus ojos querían recuperar su tono rojo
—Hoy mismo lo haré— dijo Gero sonriendo con malicia
Leysa sintió inmensa furia por dentro que la hizo olvidarse por completo de la agonía que sufría. Soltó un fuerte grito mientras su energía y poder hicieron que ella tome su forma monstruo.
Maki Gero quedó sorprendido de ver cómo la mayoría de monitores explotara al mismo tiempo.
Leysa se liberó fácilmente de las cadenas, sus heridas cerraron y miro con furia al científico