PRÓLOGO

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- No puedes tomar supresores - TaeYong guardo la cajeta en el estante del baño, así SiCheng no podría cogerla.

- Pero, parecen ricas - reprochó. Aún no entendía porque no podía tomarlas, TaeYong las tomaba casi todo momento - tú las tomas siempre ¿porque yo no? - su cara cambio a una de disgusto y cruzó sus brazos sobre su pecho.

El mayor rodó los ojos - Aún eres pequeño, no puedes tomarlas -

- ¿Y cuándo podré?, ya soy mayor - Sus ojos brillaban mientras daba saltitos.

- Cuando se descubra tu género - TaeYong salió del baño con una paso triunfal, hacia su habitación, pensando que lo que había dicho callaría al menor, aunque eso no pasó.

- Ya tengo 13, me queda poco, ¿verdad? - insistió ilusionado detrás del mayor - No sabes como me siento, estoy eufórico, por cierto, es una palabra que aprendí ayer.

TaeYong rodó los ojos.

- ¿Puedes, no pensar en ello?, no es tan emocionante - recogió la ropa tirada y la lanzó a la canasta de ropa sucia.

- ¡¿ Que no lo es ?! - exclamó incrédulo - Si, es muy emocionante.

- No, no lo es - contradijo TaeYong.

- ¡Si lo es ! - WinWin, como le gustaba llamarle TaeYong, tratando de hacer un berrinche se lanzó a la cama dando con algo duro que lo dejó descolocado y con dolor en el brazo.

- Pero que-

El bulto bajo la sábana se movió, desvelando a una adormilado JeNo, ojos medio cerrados y cabellos despeinados, lo hacían ver más lindo de lo que ya era.

- ¿ Quién me golpeó ? - dijo sobándose los ojos.

- JeNo, ¡JeNo! - lo zarandeo SiCheng - Dile a TaeYong - gēge sobre los supresores.

JeNo, aún adormilado, se recostó en el regazo de SiCheng, dispuesto a dormir de nuevo.

- ¡Eh, JeNo! ¡JeNo! ¡No duermas! - el pelinegro lo volvió a zarandear - ¡¡Es hora de ir al colegio!!



SiCheng se sentía entusiasmado, esperaba que pronto se descubriera su género para ya poder tener su primer celo y así atraer a su pareja destinada, sin tener en cuenta las consecuencias que esto acarrea.

En cambio TaeYong se sentía demacrado, cuando uno tiene que cuidar de dos niños totalmente distintos, como el fuego y el agua, se crea un incendio difícil de manejar. Solo quería descansar y que su hijo le dejará sitio en la cama, porque sí, TaeYong tiene un hijo.

Y como todo el mundo quiere algo, JeNo tenía sus propios motivos por los que volver a dormir, además del sueño que se tiene un lunes cualquiera a primera hora, un SiCheng hiperactivo y otro TaeYong molesto, no eran la mejor manera de comenzar la mañana. El solo quería volver al valle pintado de rosas y encontrarse de nuevo con aquel niño de ojos fugaces y sonrisa traviesa.


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SiCheng sonrió satisfecho, aún no se acostumbraba a los trabajos y deberes mandados en la ESO, pero al menos aprobaba con una nota justa para darle la media aprobada. Por fin había terminado su trabajo sobre el movimiento Renacentista en Europa, el profesor les dijo que no lo hicieran tan profundo, por que ni ellos entenderían sobre lo que escribían, así que solo les hablo sobre la pintura y la escultura renacentista y que allí hicieran lo que pudieran, por lo que SiCheng, simplemente, copió y pegó cosas que había visto en varias páginas.

Miró emocionado su hoja rellena de palabras que no entendía.

- Seguro el profe se dará cuenta de que lo he copiado, - suspiro, mientras la guardaba en su mochila y se levantaba del asiento - al menos lo he hecho. Sí, eso es lo que cuenta.- trató de autoconvencerse.

Con una sonrisa se despidió de la bibliotecaria, cruzó las puertas y observó el cielo oscuro. Metió la mano en su bolsillo y sacó su celular con la pantalla quebrada, marcando este las 20:47 h.

- Uff, debo darme prisa, o me perderé la cena. Ya enfade demasiado a TaeYong esta semana.

Caminó con rapidez, ya estaba demasiado cansado, solo quería llegar, darse una ducha rápida y lanzarse a la cama. El día había sido demasiado largo y agotador.

Hoy había llegado un nuevo profesor de Física y Química, ya que el otro había sufrido un no sé qué que lo dejó en el hospital, por lo que no daría durante todo lo que restaba del curso. Este nuevo se veía bastante joven y atractivo para ser profesor de secundaria, el cabello rojo escarlata lo hacía lucir como un esbelto fénix en vuelo, era de estatura pequeña, pero con una mirada intimidante, mirada que no alejaba de SiCheng haciéndole erizar la piel.

DoYoung, su mejor amigo, estaba más callado de lo normal, cuando este era todo lo contrario, así que eso ya le dejo sospechas que pensaba desvelar, pero como solo compartían la clase de Química y el profesor no le quitaba la mirada de encima, no se atrevió a hablar, por lo que no pudo resolver sus dudas respecto al extraño comportamiento de su amigo.

Después la práctica de atletismo fue demasiado agobiante. Su equipo no lograba superar la marca de tiempo que el entrenador impuso, por lo que este les castigaba dando vueltas a la pista. Después de la tortura a su integridad física y la paliza a su moral, SiCheng se metió a las duchas donde se aclaró el sudor y se cambió de ropa. Salió del gimnasio para ir a la biblioteca, donde trató de buscar todo tipo de libros que le dieran información sobre su trabajo, aunque acabó aburrido y se fue a la sección de ordenadores, una vez más :

Internet - 2

Libros - 0

El trabajo lo tenía preocupado, no prestó atención en ninguna de las clases por lo que no tenía idea si el trabajo estaba bien hecho. Sólo consiguió la información de un compañero que le explico muy por encima que debía hacer.

Otra cosa que lo mantenía preocupado era la actitud de DoYoung, se mantenía callado y con la mirada baja, algo que no solía hacer. DoYoung era carismático y muy seguro de sí mismo, siempre andaba chillando y riendo enseñando los dientes en una espléndida sonrisa, aún no entendía cómo eran mejores amigos, cuando eran completamente lo opuesto, supone que los polos opuestos se atraen, como decía TaeYong. Últimamente DoYoung se traba cuando tiene que hablar, como un disco rayado, cuando tenían cualquier conversación, de repente, se quedaba mirando un punto fijo en la nada.

Ten también se comportaba extraño, cuando estaban juntos ya no se acariciaban o se dedicaban miradas cómplices, como toda pareja. Cuando DoYoung y Ten comenzaron a salir, daba grima mirarlos, eran demasiado melosos para SiCheng que quedaba como la quinta rueda de un coche y, no, no era la de repuesto, sin embargo ahora ni se hablaban, o Ten no estaba o DoYoung lo ignoraba, SiCheng solo esperaba que no tuvieran problemas de pareja y -

- A lo mejor ese DoYoung es un robot.

SiCheng se quedó petrificado, aquella voz se acercó hasta su espalda y susurró:

- ¿Te han dicho alguna vez que piensas en voz alta?

Un escalofrío recorrió la columna de SiCheng, con un poco de valentía se dio la vuelta para enfrentarse a ese extraño.

En ese momento, SiCheng no era consciente de que se había encontrado con su mejor pesadilla.



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Holaa, espero que disfruteis esta pequeña historia, es la primera de muchas.

Pd: No perdáis de vista a ese profesor, será importante para la trama futura.

Pd2: Si veis alguna falta ortográfica, no dudéis en comentarlo, estaría muy agradecida, no se me da bien lengua.

Muchas gracias por leer, nos vemos en el siguiente capítulo.

18/04/2019

Locked - YuWinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora