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No puedo llorar cuando fumo, por más triste que esté, no puedo.
Pero hoy, parece que llegué a mi punto de quiebre, donde ya nada importa, donde ya todo es vacío, donde nada me causa felicidad o placer, exepto el.
Mi vista está nublada por las lágrimas, apenas y puedo escribir esto. Me rompí, me rompiste, con un simple mensaje de texto de unas cuantas palabras me destrozaste el alma.

Apague mi cigarro y me quedé viendo al vacío, las luces tenues de la calle iluminan un pco mi rostro, la suave brisa roza mi cara y la nostalgia se vuelve más fuerte. Una lágrima cae por mi mejilla, luego otra, un dolor inunda mi pecho y los sollozos salen sin permiso, llevo una mano hacia mi pecho intentando calmar ese dolor, intentando calmar el llanto, lo único que consigo es que sea más intenso.

Los recuerdos revolotean por mi mente haciendo ese sentimiento de tristeza más fuerte, mis piernas tiemblan, mis manos igual, apoyo mis codos sobre la venta y tomo mi cabeza entre mis manos, quiero que pare, quiero que todo pare, que los sentimientos hacia ti se desvanezcan, que desaparezcan por completo, que el amor que te tengo muera definitivamente. Mis piernas pierden la fuerza totalmente y hacen que me hinque involuntariamente, se acabo, este es mi límite. Pongo mis manos sobre mi cara e inmediatamente de humedecen gracias a las lágrimas. El llanto es incesable, el dolor del pecho ahora quema, y mi cabeza, Dios, es un desastre total de tus recuerdos.

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