🍸🍸

155 14 0
                                    

Jimin y Jungkook llevaban seis meses saliendo. Jungkook ya no frecuentaba tanto el lugar donde conoció a Jimin, de veces en cuando iba a tomar una que otra copa de vino o chanpagne. JImin seguía trabajando, no quería ser una carga para Jungkook, no quería sentirse como un niño mimado por su "sugar daddy".

Ahora mismo se encontraban abrazados en la cama, Jimin recortando su cabeza en el fornido pecho su amado novio, y Jungkook pasando uno de sus brazos por su cintura, acariciándola con delicadeza.

Ambos estaban felices, con sus corazones llenos de alegría, sintiendo devoción por el otro, disfrutando de la compañía ajena, amándose mutuamente.

Luego de la alocada noche que habían tenido seis meses atrás, al día siguiente Jungkook le pidió que saliera con él, que tuvieran una relación formal.

-Debo ir a clases...- Pum Jimin había roto la hermosa burbuja que habían creado. Era cierto, debía ir a clases, y Jungkook a trabajar.

- Te iré a dejar, así paso a mi trabajo en el camino de vuelta.- Besó su cabeza, pero no quiso moverse. Estaban demasiado cómodos en la posición que la que estaban, pero debían separarse. Jimin fue el que dio el primer paso, alejándose a duras penas.

- ¿Nos bañamos juntos?- Sonrió picarón, pero Jungkook no tenía ganas de cosas con segundas intenciones, ayer ya habían hecho el amor tres veces durante el día, había alcanzado su cuota semanal.

-En otro momento amor, me dejaste seco ayer.- Jimin se sonrojó y caminó al baño de manera "graciosa", era obvio que sus caderas dolían. Jungkook rió por lo bajo y salió de la cama desnudo, buscó su ropa interior por el suelo, dando con ella, estaba sobre el televisor, ni idea de cómo había llegado hasta ahí. Se los puso y tomó uno de sus trajes, ropa interior limpia y calcetines, luego vendría por los zapatos.

-Me bañaré en el otro baño.- dijo a través de la puerta, recibiendo un "Ok" por parte de su pareja. Salió de la habitación y caminó a paso lento hasta la habitación continúa, la de invitados. El baño no era tan grande como el suyo, pero era lo justo y necesario para sus necesidades básicas.

Luego de bañarse salió con los pantalones puestos y la camisa sin abotonar, había olvidado el saco, pero quería que su novio lo viera, le encantaba ser su centro de atención, Jimin era el suyo.

-¿Ya estás? - Preguntó detrás de la puerta. Cuando iba a abrirla, esta se abrió antes de que pudiera poner su mano en el picaporte. Ambos rieron. Jimin le regaló un pequeño beso en sus labios y caminó hasta el closet que compartían para hacer su bolso con ropa y cosas de aseo, era muy prolijo en cuanto a higiene se trataba.

- ¿Listo?-Jungkook miraba a Jimin con devoción. Sus delicados movimientos y la forma en la que Jimin. Hacía sus cosas, era realmente lo más hermoso que había visto.
Una mano pasó frente a sus ojos, sacándolo de su trance.

-¿Ya dejaste de pensar en mí? --

-No pensaba en ti, egocéntrico.- Mintió cruzándose de brazos simulando desinterés.

-Tú sonrisa te delataba, es la misma que pongo yo cuando me quedo viéndote.- se sinceró. Jungkook sonrió y se acercó a él un poco más, logrando que sus alientos se mezclaran.

- Te amo.- era la primera vez que lo decía, y era el momento indicado para hacerlo. Jimin se había quedado sin palabras, sus pequeños ojos picaban por querer llorar de la felicidad, su estómago dolía de tantas mariposas que sentía y una sonrisa auténtica e imborrable. Jungkook esperaba ansioso una respuesta, pero no la obtuvo.

Cuando iba a pedir disculpas, Jimin se abalanzó sobre él y atrapó con sus carnosos labios los finos de Jungkook, marcando el ritmo del beso, dejando así en claro, que correspondía sus sentimientos, Jimin amaba a Jungkook, y ya era tiempo de aceptarlo.

Acompañante de beber «Kookmin» [Two-Shot]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora