Siempre había soñado con casarme en el bosque. Hiciste realidad mi sueño.
—Prometo amarte apasionadamente, en todas las formas ahora y para siempre, prometo nunca olvidar que este es un amor para toda la vida y saber siempre que, en lo profundo de mi alma, no importa qué nos pueda separar, siempre nos volveremos a encontrar el uno al otro —. Finalice mis votos con una sonrisa.
Besaste mis labios y yo los tuyos.
Todo fue como un cuento de hadas, eras como el príncipe que rescata a la princesa, me rescataste, no me llamarían como antes lo hacían. Tu estabas conmigo y prometiste protegerme de todo y todos.
Pero nada es color de rosa completamente. Tal vez lo que estaba ocurriendo ahora era lo que en los cuentos de hadas se omitía.
Todo caía en llamas.