—Tienes un rostro perfecto, SeHun —. Sonreí.
—No es así, yo digo que tu eres el de rostro perfecto. Oh BaekHyun, ¿Puedo tan solo darte un beso?
—No, quieto, por favor. Es la milésima vez que te lo digo —. Nunca tuve tantos problemas al hacer esto como los tengo contigo.
Siempre fui alabado por el talento que poseía para la pintura, mis padres decían que podía ser un famoso pintor; sin embargo, siempre me negué. ¿Como podría exhibir mis trabajos a personas desconocidas? Solo mis padres, personas en las cuales confiaba, habían apreciado estos, y fueron escasas las veces.
Cuando nos casamos decidí mostrarte mi más preciada obra, confiaba en ti, dijiste que era algo único, y que deseabas que alguna vez te pintara, prometí cumplir tu deseo, tu habías cumplido todos los míos, yo deseaba cumplir los tuyos.
Ahora te pintaba.
—Me pareciste digno de retratar desde la primera vez que te vi —. Confesé.
—Por favor, ¿Puedo besarte ya?
—Sí.
Jamás sentí tanto amor por alguien, y no creo sentirlo con esta intensidad por nadie que no seas tu. Realmente quiero pasar el resto de mi vida escuchando que me amas, tengo miedo de que esto solo un sueño, de que cuando despierte no estés junto a mi, de que ya no me ames. Tengo miedo de tantas cosas, SeHun.
Pasó tanto tiempo y aun me miras como el primer día, pasó tanto tiempo y aun me besas y tocas como la primera vez.
Daría todo por ti, y me demostraste que también lo harías.
Tuve un espacio en blanco, uno en el que ahora se encuentra escrito tu nombre y jamás se borrará.
—Te amo, SeHun. ¿Tu me amas?
—Te amo como no tienes idea, BaekHyun.
Fin.
