REPRESIÓN| KOOKMIN

Capítulo 4

Jungkook POV

4

¿Dónde estoy?

¿Qué me pasó?

Está todo muy oscuro...

Desperté en un lugar completamente sombrío, no puedo ver nada y nada parece haber, comencé a caminar por inercia ¿Para que? no lo sé, supongo que es lo único que puedo hacer.

Tengo frío pero a la vez siento un calor enorme en el pecho que me esta destrozando. Duele, ¿pero por qué duele?

Estoy completamente solo pero no es malo, siento que por algún motivo tengo que estar aquí. 

Decidí continuar con mi camino hacia un destino incierto sumergido en una oscuridad inminente. 

De pronto a lo lejos algo llama mi atención. 

¿Una roca? No, demasiado grande para ser una.

La curiosidad es más grande que mi miedo a lo desconocido así que decidí acercarme a ese misterioso bulto que yacía en el camino.

Avance cada paso con precaución,pues después de todo no sabía dónde me encontraba. Al llegar al lugar más fue mi sorpresa al encontrarme con un pequeño niño, el cual estaba sentado en el piso abrazándose a sí mismo.

— Niño, ¿Estás bien? ¿Puedes oírme? — toque su hombro ligeramente para que volteara a verme pero no obtuve respuesta— Hey, necesito que me respondas, solo quiero asegurarme que estas bien. 

Pero seguía sin mirarme.

Para poder obtener su atención me hinqué frente a el con la esperanza de ver su rostro y así poder generar confianza para iniciar una conversación. Después de todo solo eramos los dos dentro de esta inmensa oscuridad. Al parecer el no tenía la intención de establecer nada conmigo y yo ya no tenía energías para intentarlo.

Pasamos tiempo uno a un lado del otro, sin mirarnos, sin hablar, simplemente estando allí.

No podría decir cuánto tiempo ha pasado porque este solo pasa sin medida pero de lo que puedo estar seguro es que estar junto a este pequeño me hace sentir cálido y el dolor que tenia en mi pecho comenzaba a disminuir.

¿Quién es este misterioso niño? el cual su presencia me es tan confortante como conocida. 

— Lo siento— fue lo primero que le escuché decir.

— ¿Qué?— No me esperaba aquello lo cual sonó como una susurro.

— Lo siento Jungkook— el niño levantó su cabeza, dejando ver un hermoso pelo rubio y un cara angelical llena de lágrimas. Ahora que lo veía era precioso, no tendría más de 10 años pero sus ojos, sus labios, su nariz todo reflejaba la perfección en su naturaleza.

¿Jungkook? ¿Ese es mi nombre? ¿Por que no lo recuerdo? y ¿Cómo el lo sabe? 

—¿Me conoces?—  Le tomé el brazo para poder levantarlo y mirarlo a los ojos, los cuales solo reflejaban una gran tristeza— ¿Por qué te disculpas?, ¿quién eres? ¿dónde estamos?

Mi voz sonaba desesperada. Me miro fijamente a los ojos y exclamo:

— Tienes que volver a donde perteneces, no puedes seguir aquí, tus amigos te están esperando.

—¿Volver dónde? No entiendo ¿Donde estamos?— mantuve la mirada esperando alguna clase de señal.

— Estarás bien, no te preocupes, aunque estemos lejos yo siempre estaré contigo — se acerco a mi para apuntar hacia mi corazón— yo estaré aquí — luego apunto al suyo— y tu estarás aquí.