Capaz piensen que esta va a ser la típica historia de amor donde se conocen en un café,una biblioteca,en el antro,en un bar,un parque,etc. Pero no...
Esto arranca en una escena del crimen, cuando me descubren y me llevan a prisión donde me condenan a cadena perpetua.
-Cooper,al Gimnasio-me miro mal el oficial,acaso nadie me tenía un poquito de afecto?
-Pero porqueee? Justo a ese lugar horrible me tienes que mandar? Acaso no sabes que mate a tres personas en una noche y que puedo matarte a ti con una pluma?
-Si sigues faltando el respeto y nunca te llegas a comportar te seguiré mandando ahí,ahora camina-El oficial me dio un empujón y me obligo a ir.
Odiaba este lugar era tan sucio y asqueroso,un poco de blanqueador no le vendría mal,pero obviamente estaba ahí por lo que había hecho,no digo que me arrepiento,esas personas me torturaron toda la vida y ya había llegado a mí punto máximo.
-Esta vez vas a ir a la parte de atletismo-ahí estaba,el,Jeon Jungkook,con sus dientes parecidos a los de un conejo que se notaban cuando sonreía,con un físico expectacular,seguro allá afuera debe ser el típico hombre que atrae a todas las chicas y hasta chicos. Porque si...el señor estaba jodidamente bueno.
-Hoy no es mí día,Jeon-Bufé por el costado y seguía mirando su planilla,sin darme un mínimo de atención
-Soy tu oficial,no un amigo,vamos Camper, Rápido
-Es Cooper-Casi siempre pronunciaba mal mí apellido-Siempre voy a atletismo
-Hace 2 semanas no vas a atletismo,Cooper-Miraba su ficha y anotaba
-Esta bien-suspire designada,el levanto su cabeza y me sonrió, mí corazón latía muy fuerte
-Si no hubieses asesinado a nadie,seguro estarías siendo la patinadora que siempre soñaste-ni si quiera me gustaba el patinaje,lo único que me gustaba hacer era dibujar
-Me gusta dibujar,no patinar
-Eso-me señaló mientras se iba avergonzado.
Si...Jeon Jungkook nunca me iba a notar siendo la psicópata que soy
Y bueno nunca me quedo con las manos vacías bros.
I love youu! Denle amor a esta nueva historia
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No somos nada//Jeon Jungkook
FanfictionEsa frase se repetía todo el tiempo "No somos nada",pero no podía evitar ponerme mal por una simple idiotez. Aunque igual era obvio. Un oficial de policía nunca se enamoraría de una asesina que cometió un triple homicidio