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Nos vamos un grupo de unas cuantas chicas al patio y nos sentamos en unas escaleras a comer, yo como sin pronunciar palabra entre bocado y bocado porque yo no he estado en su colegio, Mireya intenta que hable pero no se de que y prefiero quedarme callada, hasta que se me ocurre algo de que hablar

- Oye chicas, ¿vosotras sabéis algo de la chica que ha repetido?

- Pues no, ¿tu deberías de ser la que sabe más de ella no? -respondió Mireya-

- Ya... pero no se, solo sé que se llama Miriam, pero a ella no le gusta que le llaman así, le gusta que le llamen Mimi

- Bueno... pues habla con ella y la conoces -dijo Ana-

- Eso haré

Y vuelvo a no saber de que hablar con las otras.

Cuando creo estar apunto de tirarle el tetrabrik a Amaia para que se callase suena el timbre, avisándonos de que nuestra media hora de libertad se ha acabado, "por fin...", pienso para mí misma, subimos las escaleras con dos enormes problemas.

El primero es que no sabemos que ha pasado y la poca gente que hay hoy en el instituto está toda amontonada allí, y la segunda, es que Amaia en un intento de ir a una de las dos fuentes que hay en todo el instituto, la cual está bajando otra tanda de escaleras, se ha caído y ha rodado unos cuantos escalones hasta que Mimi paró su caída, ella, al contrario de Amaia, asustada por ese asalto a su tranquilidad se ha puesto de pie en un instante, pero su equilibrio no duró mucho y cayó al suelo haciéndose daño en ese precioso culo, ESPERA ESPERA, DE DONDE HE SACADO YO ESA FRASE Y QUE HAGO MIRÁNDOLE EL CULO A LA MUCHACHA ESTA, no pasa nada, calma Miriam... inspira hondo... espira suave...

AÑO NUEVO, VIDA NUEVADonde viven las historias. Descúbrelo ahora