001|| Hijikata Tōshirō

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Kagura.

Me tire de espaldas a mi cama, quedando un par de segundos mirando el techo, entre cerré mis ojos y prontamente solté un bostezo.

Estaba cansada, agotada, no sentía muchas ganas de hacer algo, quizás sólo de dibujar.

Me acomode de costado derecho y quede viendo mi pared, llena de fotos en las cuales salía yo con mis amigas, con Shinpachi, mi mejor amigo (quien ahora está de novio con mi otra amiga Soyo y siendo sincera me siento un poco abandonada por ellos).

Hago un puchero de manera inconsciente por culpa de eso, mi vista vaga por todas las fotografías (buscando alguna con que animarme o deprimirme mas)hasta que me detengo en una en específico.

En ella salía yo sonriendo algo sonrojada, pero muy emocionada (ambos brazos extendidos ya que con ellos sostenía la cámara con la que saque la foto) y detrás de mi (apoyando su barbilla en mi hombro) se encontraba un chico de cabellos oscuros, besando dulcemente mi mejilla y abrazando con tanto amor mi cintura.

El era Tōshirō, Hijikata Tōshirō, mi ex novio.

Suspiro suave, y vuelvo a recordarme que debo quitar aquella fotografía, en especial porque ahora tengo novio.

Así que con eso en mente otra vez comienzo a recorrer con la mirada la pared llena de fotos, veo fotos con Tsuky, mi mejor amiga con la que tengo bastante confianza, con Sacchan, una amiga que tiende a buscarme pareja o a emparejarme con cualquier amigo... Con mis tíos, con mi padre y una que otra con Sadaharu, mi perro.

Pero no evitó darme cuenta que la gran mayoría de las fotografías en aquella pared son de Sougo junto a mi.

Okita Sougo, mi eterno amor platónico... Y según Sacchan futuro padre de mis hijos. Claro, si es que alguna vez le llegase a gustar.

Veo muchas de Sougo conmigo comiendo, estirando mi mejilla, tomando unos jugos, discutiendo, jugando en el parque, extrañamente bailando, exponiendo alguna presentación, abrazandonos, bañandonos en la playa o piscina, cargándome en su espalda o simplemente charlando...

Apartó la vista rápidamente de aquella pared y vuelvo a mi posición inicial mirando el techo.

Mis ojos se cristalizan y muerdo mi labio inferior.

Sougo me gusta desde niña, desde que tengo 11 años he estado enamorada de él y quizás por culpa de esto es que mi primera relación no funcionó.

Tōshirō (el cual ya les nombre) es un chico encantador, todo lo que quizás siempre habría soñado en un hombre (claro, si no conociese a Sougo), luego de haber sido amigos por casi cinco años, él se me declaró y después de hablarlo con mis amigas para aclarar mis sentimientos, decidí darle una oportunidad.

No funcionó.

No, lo nuestro habría funcionado de no ser por Sougo.

Okita arruinó cada cita, cada salida, cada conversación, cada beso, cada momento con Hijikata.

Y no siempre fue de manera física, si él no aparecía en carne y hueso, lo hacía vivo y latente en mi mente.

No podía estar con Hijikata de manera tranquila y aunque el de ojos azules afirmo poder soportarlo, posteriormente se fue cansando como toda persona normal en su lugar lo habría echo, y luego de hablarlo tranquilamente mientras preparábamos algo, decidimos volver a nuestros inicios en donde simplemente éramos amigos.

Para mi fue duro tanto empezar con él, como terminar.

En un principio no sabía si estaba haciendo lo correcto, sentía que estaba usándolo, pero luego el logro ganarse una parte de mi corazón y me hizo quererlo tanto como el me hizo sentir querida como nunca antes alguien lo hizo, por eso cuando terminamos, fue difícil volver otra vez a la rutina, una donde el ya no estaba de manera romántica y solo estaba allí como un amigo, distante y poco cercano.

Pero de esto ya hace dos años, ahora intento iniciar otra etapa de mi vida, lejos de Sougo y con una relación bastante bonita con mi actual novio Kamui.

Con él no tengo ninguna fotografía aun, pero espero tenerla pronto...

¹Photography [OkiKagu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora