capítulo único

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Esto es de @izzybutsad- quien escribió la versión MaiGold. Yo solo, con su permiso, la reescribí y adapté al Lileak.

Hope you like it.

Siete y veinte de la mañana, Lily caminaba apurada dentro de la estación y, por suerte, alcanzó el tren que necesitaba. Iba ya muy tarde para su primera clase del día como para esperar a que un taxi llegara a recogerla, por lo que no le quedó más opción que usar aquél medio de transporte.

No, ¿A quién podía engañar, si en su lugar podía también tomar uno de los autos de su padre y manejar hasta el campus de su universidad, o pedirle a alguno de sus amigos que la llevara? En realidad, ella estaba deseosa por ver al muchacho de cabello gris y ojos dorados cuyo nombre desconocía completamente. Lo había visto un par de veces gracias a las ocasiones en las que viajaba en metro con sus compañeros, y sabía que precisamente ese camión tomaba.

Tras entrar divisó un asiento vacío junto a dos personas: una chica de cabello negro con audífonos y un joven rubio que iba leyendo. Se abrió paso hacia el lugar y se sentó finalmente. De su bolso sacó un libro que al igual que el rubio comenzó a leer, olvidándose unos momentos de todo, claro, esto hasta que el vehículo paró nuevamente de golpe.

Y entre el intercambio en la multitud de personas que salía y entraba, por pura casualidad logró ver a quién esperaba, con su cabello grisáceo despeinado y su piel morena, adornada por una cicatriz que la mayoría consideraría desagradable. Llevaba una cara de pocos amigos, pero la de orbes malva no tuvo el tiempo de detenerse a pensar en eso, ya que entre los múltiples asientos disponibles, él precisamente escogió el que estaba frente a ella.

Comenzó a jugar nerviosa con un mechón rebelde de su cabello azúl, para luego acomodar la falda floreada que llevaba puesta, la más linda que tenía. Suspiró. Si él supiera, si tan solo tuviese una idea de que la llevaba para captar su atención.

Saliendo de sus pensamientos volvió a mirarlo. Bostezó mientras miraba hacia la ventana, provocando una sonrisa leve en el rostro moreno de la chica.

Así era, día tras día durante semanas, si es que no meses. Ella llegaba, se sentaba y esperaba al muchacho. Una vez él llegaba, ella se dedicaba a observarlo discretamente, pero jamás se atrevió a hablarle, hasta aquel jueves once de marzo.

Al detenerse el tren, Lily decidió guardar el libro que tenía entre las manos. Había estudiado lo suficiente la noche anterior y estaba segura de que pasaría aquél exámen.

Tras hacerlo cruzó las piernas y recargó sus codos en las rodillas impaciente. De pronto, él entró del otro lado del tren y ella sonrió. Se sentó, como ya era costumbre, frente a la morena

Cambiando la rutina, él de pronto la miró, ella devolvió la mirada y él suspiró. Lily, cegada por los nervios, cerró los ojos, el contrario apartó la vista.

Sentía como si apenas respirara. Se encogió en su asiento y se puso a temblar, como si de una niña pequeña se tratase.

Entonces pasó. Recordaba de días antes su nombre, ya que había escuchado a unos amigos llamarle así. Finalmente, lo hizo.

-¿Eak...? -Pronunció ella bajito y tartamudeando sin poder evitarlo. De inmediato bajó la mirada y entrelazó sus manos entre ellas. Mordió su labio

«Que chica más tonta» pensó Lily para sus adentros, suspiró nerviosa y algo arrepentida por lo que acababa de hacer.

Pero para su sorpresa, él de inmediato alzó la mirada con una sonrisa-. ¿Sí?

La bailarina se sintió temblar nuevamente-. No... no es nada, lo siento

Él soltó una risita-. No te conozco, bonita, pero te extrañaba -Musitó, sonriendo de lado

-¿Uh?

-¿Crees que no lo he notado? -los ojos violetas se abrieron violentamente-. Pero está bien, estamos a mano... ¿Me creerías si te digo que cada mañana rechazo el directo y escojo este tren solo para poder verte?

Ella se cambió rápidamente al asiento que estaba junto al muchacho ---que para su suerte estaba vacio. Se miraron unos segundos, sonriendose mutuamente. No faltaba ya nada para que ella llegase a su destino, pero con aquellas palabras en ese corto viaje, su vida cambió, ese once de marzo sin duda alguna se convertiría en un día bastante especial. Al entrar a un túnel que vuelve todo el entorno oscuro, Eak posó su mano sobre la contraria. Se mantuvieron de esa forma un par de segundos.

Con sus delgadas manos, la de luceros purpuras encontró el rostro del chico y se dedicó a acunarlo, acariciando sus mejillas con delicadeza.

Finalmente tomó aire, llenándose de valor y lo besó en los labios suavemente.

-No sabes cuánto quería esto -Eak, dejando su mano en la cintura de la de lentes, murmuró. En respuesta, Lily sólo pudo regalarle el último soplo de su corazón.











Noticia de último minuto: cerca de Madrid, cuatro trenes explotan en diferentes puntos. Las causas aún son desconocidas, pero se piensa que pudo haber sido un ataque terrorista.

Jueves ;; LileakDonde viven las historias. Descúbrelo ahora