Conociendo a María

Decontrucción

El silencio de las noches tranquilas de este pueblo, intranquilizan mi mente, la vuelve una maquina de industria pesada, cómo esas excavadoras de petroleo y la imagino cavando en mi inconsciente, tratando despertar eso que está ahí, escondido, dormido. Cómo un volcán en erupción...

Lo siento, pero no encuentro la  clave, la palabra exacta, el movimiento preciso, el sueño que me despierte, mi revelación. 

Mi cuerpo se relaja a tal punto que se resigna al por venir...

Tengo miedo del que vendrá. Mi interior  burbujea intensamente, cómo el agua en su punto de ebullición. Siento como me evaporo lentamente, como me convierto o mejor dicho me transformo en partículas... Que en su pequeñés se integran y se desintegran. Buscando la combinación perfecta para alcanzar la estabilidad.

Ya está echo, soy moléculas. Soy parte junto con diferentes elementos de alguna sustancia indescriptible aún. Maleable, endeble... sin forma, ni cuerpo.

Aún lo estoy comprendiendo... casi lo entiendo todo. 

Mis temores están expuestos, nosé si realmente lo quiero, si me fortalecerá o me hará más débil, vulnerable... Será cuestión de usar una coraza protectora para este ser volátil que soy ahora, inestable? Me siento cómo el oxígeno atrapado en un tubo, controlado, reprimido para que no se disperse y se pierda entre los tantos seres volátiles y frágiles o incluso los no tan frágiles que necesitan de seres en este estado de vulnerabilidad, para alcanzar su propia estabilidad, sus objetivos alejándote de los tuyos. Sin querer o quizás queriendo no lo sé...

Es ahora esta persona que soy o mejor esta que será en breve... cuando se reconstruya el rompecabezas que es su interior y pueda al fin reconocerse como persona y pueda también verse reflejada en los ojos de aquellos seres que por alguna construcción social deben confirmar su existencia y pertenencia a través del reconocimiento.

Que difícil...