Cuentos de terror

La Criatura

¿Recuerdas al innombrable de la saga de Harry Potter? 

Quizás nadie me creerá, pero conocí a un ser tan parecido a ese personaje, pero real...

Era tan solo una pequeña niña de 8 años, recuerdo que era oscuro y lo bastante tarde para que el parque del vecindario se encontrara cerrado, eso no me detuvo, estaba ahí, frente a la reja y me di cuenta de que podía entrar, ya que había un espacio lo bastante grande para ingresar sin problemas y lo hice, nada perdía, entraría al parque en la oscuridad y caminaría por el camino que se encontraba entre los árboles, sin motivos para hacerlo.

Tan pronto entré por la reja, llamó mi atención una barda que rodeaba la estatua que se encontraba a un lado de la entrada, caminé hacia allá y fue donde lo vi, ese hombre, se veía delgado, pálido y enfermo, con un capuchón oscuro cubriendo desde la cabeza hasta los pies, tan débil, apenas si se podía mover, ¿Que hace este señor aquí?, me pregunté.

El hombre inmediatamente se percató de mi presencia y fue ahí donde me di cuenta que no era hombre ni humano, era "una criatura", sus ojos débiles brillaban y su mirada pedía ayuda, sentía una necesidad enorme de acercarme para ayudar, pero algo en mi interior me detuvo, ¡No te acerques a eso!, me dije a mi misma. 

La criatura extendió su mano, en espera de mi respuesta, en su lugar, comencé a retroceder lentamente, mientras lo miraba fijamente... recuerdo mis pensamientos "¡Corre! ¡No lo mires!", pero seguía fija en él.

La criatura se dio cuenta, sus artimañas no servirían conmigo, entonces, sacó una rata enorme, ni siquiera sabía que existían ratas de esa magnitud, lo más espeluznante fue ver como se lo tragaba, literalmente, de un solo bocado, sin masticar y entonces entendí, necesitaba energía y esa energía solo la obtendría de esa forma, yo era el siguiente bocadillo, por fin reaccioné y corrí...

¡Corrí y Corrí! Y no miré atrás

Ha pasado el tiempo, y tengo 23 años, por supuesto, nunca regresé a ese lugar, pero no pasa ni un solo día en que no recuerde a esa criatura...

Hoy tengo miedo, porque por primera vez, la he soñado, pero... esta vez ha cambiado, ya no es débil, por fin ha recuperado su fuerza y sé que vendrá por su bocadillo.