Trinity (COMPLETA)

capitulo 7 - Juntos

Vi a Gerardo caminar de un lado a otro. A traves del espejo. En cambio yo no podia dejar de temblar. Tenia los nervios destrozados, oia al doctor a lo lejos.

- ¡Arcadia!-. Me llamo Dante despertandome de mi nube de pensamientos. Gire a verlo. Este me tomo ambas manos besando cada una.- ¿Has oido algo de lo que el doctor ha dicho? -. Gire a ver al doctor y negue.
- ¿Has sabido algo de...
- ¡No me importa Scarlett!-. Me solto ya sin paciencia Dante.- Quiero que oigas lo que dice el doctor. Estamos hablando de ti y de nuestro bebe.
- ¿No te importa?
- Me importas tu y mi hija. ¡concentrate!-. Me gruño y noto cuando me estremeci, girando a ver al doctor.
- Necesito que te tomes. Estas pastillas-. Dijo el doctor, y se las entrego a Dante-. Estas bajo mucha presion, tienes embarazo de alto riesgo. ¡Debes relajarte!, si notas algun sangrado debes venir. - me dijo con voz seria-. Si no te cuidas. Tendre que hospitalizarte.
- Cosa que no pasara-. Oi decir a Dante-. Me encargaré que se mantenga quieta. - dijo con tono pesado. Simplemente asenti sin decir nada mas. Y se que èl se encargaria de eso. Seguramente.

Oi las instrucciones del doctor asintiendo como un muñeco de esos perritos que colgaban en los autos. Cuando el doctor se levanto dejandonos solos alli, gire a ver a Dante, el vio el terror en mi rostro.

- Tenemos que atraparlo-. Le solte sin mas. Y este me miro unos segundos fijos, demasiado haciendome sentir incomoda-. ¿Qué?
- Ni con Gerardo, ni Lauro, te vi tan aterrada.- me dijo y lo vi acercar su mano a mi barriga. Solte un sonoro suspiro. Dios mio... no te imaginas bastardo.
- ellos no eran ni la mitad de trastornados que lalo. Cuando Lalo me tenga... él...
- No va a suceder-. Dijo interrumpiendo con seguridad-. Yo mismo me voy a llevar a ese cojonero al infierno-. Dijo con firmeza haciendome estremecer. negue mirandolo y este solto un enorme suspiro-. Scarlett y los demas estan bien. Él no tiro a matarlos-. Me explico y me esparrame en la silla de la tension que abandonaba mi cuerpo.
- Dios mio....
- lo sé...

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DANTE

Ella corrió. Antes no lo hacia, ahora lo hace con frecuencia. Corria por toda la mansion. Él no corria pero se oian sus pasos pesados por el lugar.  Él no la lastimaba pero aun asi, ella queria alejarse de él. Él jamas le toco un cabello pero a nivel psicologico y emocional, la tenia destruida.
No podia soportarlo mas, aun en mi pequeño cuerpo, la carga que tenia era enloquecedora, era ruda.
Vi la puerta entre abierta cuando me asome al pasillo , vi su vestido desaparecer por una de las habitaciones. Me escondi detras de la puerta cuando lo vi a él pasar con su traje negro elegante. Dejando rastro al pasar. Olia a licor a whisky con tabaco. Estaba cansado, sali de la habitacion caminando hacia esa habitación. Cuando me asome, abri los ojos en par cuando los vi.
Él la tenia sostenida por los brazos, ella se estremecia de un lado a otro, tirando de ella, con agresividad.

- ¡No puedes obligarme!-. Grito exasperada. - Quiero verla...

¿Ver a quien?
¿De que hablaba?

- Ella esta muerta elizabeth.
- Quiero ir.
- ¡No!-. Le grito esta y le solto un tremendo empujon sorprendiendo a mi abuelo Leonidas. Este se quedo estatico y vi de reojo que dejo el arma en una de sus mesitas de noche, de aquella habitacion. Me deslice con cuidado por la habitacion a espaldas de él, cuando me quede estatico viendolo, soltarle el cinturon y quitandoselo.- Creo que tendre que hacerte entender.

La cara de mi abuela elizabeth era tan en shock como la mía, aunque a mi la adrenalina se me fue al cerebro, tomando el arma de mi abuelo y cuando alzo la mano en la que tenia el cinturon para pegarle a mi abuela, a quien amaba como una madre, apunte el arma hacia él y le quite el seguro como lo veia hacer siempre a el. Para apretar el gatillo y solo cerrar los ojos. Oyendo el sonido del disparo. Cuando abri de nuevo los ojos el abuelo estaba en el suelo y la abuela con la manos en la boca y lagrimas en los ojos.
Vi al abuelo doblarse en el suelo y a mi abuela llamar a la ambulancia mientras dejaba el arma aun lado de la mesa y caminar hacia él, quedandome al frente del mismo.