El número del desconocido

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Narra Julia:
Cuando Carlos me pidió el abrazo, por un momento dudé en dárselo, ya que lo había conocido tan sólo hace unos minutos, pero al final acepté, ya que lo entendía, o eso creo yo. Creo que me quería dar el abrazo, para agradecerme que le hubiera guiado hasta su casa que para colmo, está enfrente de la mía.
Fui hacia donde estaba él, y le di un abrazo, y para ser franca, me encantó ese abrazo, era tan tierno, hay que admitir que del físico no está nada mal, su cuerpo no se queda para nada atrás, y su manera de vestir y su olor... es como el tipo de chico que más se asemeja a mi perfección, aunque de momento no me gusta, y si lo hiciese, dudaría que se interesase por mí, porque tiene la pinta de ser el típico chico que vuelve loca a cualquiera, aunque a mí de momento no lo ha echo.
Nos terminamos de abrazar, y nos despedimos, al fin entro en mi piso, y veo a Aitana con el móvil en las manos.
Julia: ¿Qué haces Aitana?
Aitana: Llámame loca, pero quiero pedirle a Ana el número del chico que le dio el golpe.
Julia: ¿Y para qué lo quieres? No te estará empezando a gustar...
Aitana: ¡No! Solo quiero ser su amiga. Mira, como me digas otra vez que me gusta Cepeda, te digo que a ti te mola el nuevo vecino de enfrente.
Julia: Ese chico tiene nombre y es Carlos.
Aitana: Bueno mira, mejor solamente lo busco como es su usuario en instagram.
Julia: Como quieras. Si me necesitas, estoy en mi habitación tocando la guitarra.
Aitana: ¿Tocas la guitarra?
Julia: Sí... es más, amo la música.
Aitana: Mira, una cosa que tenemos en común. Yo no toco la guitarra, yo toco el piano, y estoy a la espera, de que mi piano de mi antigua casa de Barcelona me lo traigan aquí. Un día si quieres, te enseño a tocar, pero a cambio de que tú me enseñes a tocar la guitarra.
Julia: Trato echo.
Narra Cepeda:
Después de una ajetreada mañana entre ir a hacer con Ana el parte, ir después a hacer la compra, y ya no me acuerdo de más cosas, llego por fin a mi casa.
Desde esta mañana, ronda en mi cabeza a la chica que es amiga de Ana, que hoy mismo la he conocido. La del flequillo, creo que esa se llamaba Julia, bueno no, es Aitana ahora que me acuerdo.
Estoy toda la mañana pensando en ella, y decido pedirle su número a Ana para poder hablar con ella, y para quedar algún día.
Cepeda: Ana, ¿me podrías pasar el número de la chica con flequillo que te acompañaba esta mañana?
A mi mensaje enviado, ella no tardo menos de cinco minutos en responderlo.
Ana: ¿Para qué lo quieres?
Cepeda: Quisiera conocerla más, quisiera que fuese una gran amiga mía. Presiento como si fuera mi hermana menor.
Ana: Bueno vale. Toma el número listillo.
Acto seguido me manda el contacto, y lo añado a mis contactos, y decido empezarle a hablar por WhatsApp.
Cepeda: Hola Aiti, soy el chico que has conocido esta mañana. Te preguntaras como he conseguido el número, y la verdad que se lo he pedido a Ana. ¿Quieres que quedemos algún día de estos?
Haber lo que me contesta... esta chica es impredecible.
Narra Aitana:
Estoy tumbada en el sofá con el móvil en la mano cotilleando el instagram, cuando de repente me aparece una notificación de WhatsApp de un número que no tengo agregado, y decido abrir ese chat, y cuando leo el mensaje, mi cara creo que es digna de un meme. Creo que me ha leído la mente....
Decido contestarle, ya que creo que yo soy la primera que quiere quedar con él, y ser amigos.
Aitana: Hola! Yo estoy libre todos estos días antes de finales de septiembre, porque empiezo la universidad.
Cepeda: Ya que hoy estamos a martes, ¿quedamos el sábado a las 11 de la mañana en la Puerta de Alcalá?
Aitana: Por mi vale.
Cepeda: Hasta el sábado!
Aitana: Adiós!
Cierto el chat, y decido mirar a mi alrededor, y veo que Julia está abriendo la puerta principal.
Julia: Aitana, me voy a hacer la compra, que nos hemos quedado sin nada. Hasta ahora.
Aitana: Hasta luego.
Narra Julia:
Salgo de casa, y me dirijo con mi coche al Mercadona. Aparco en la misma calle que donde está ese famoso supermercado, y lo admito yo, es súper raro aparcar así y encima en Madrid.
Entro a Mercadona, y por la sección de maquillaje, avanzó sin mirar con el carro, y atropelló a alguien con éste.
Me percato, y decido ir lo antes posible a disculparme y haber si se encuentra bien.
Julia: Lo siento mucho. ¿Estás bien?
X: Sí, no pasa nada, aunque me duele un poco el pie, pero este dolor se puede soportar.
Julia: ¿De verdad? Enserio, lo siento mucho, no era mi intención arrollarte con el carro. Por si me quieres mandar a la mierda, mándame con mi nombre, me llamo Julia.
X: Tranquila, no te voy a mandar a ningún sitio, todos tenemos despistes Julia. Yo me llamo Miriam, aunque prefiero que me llames Mimi.
Julia: Encantada. Si quieres que te lleve a mi casa o algo para que te mejores, estás en mi servicio. Además, yo ya he terminado de escoger mi compra, solo me queda pagar y ya está.
Mimi: Pues te lo agradecería si tienes hielo en tu casa.
Julia: Venga, acompáñame a la caja, y nos vamos.
Así hicimos como yo le indiqué. Llegamos al piso, y le di una bolsa de hielo, y la verdad que se le había inflamado bastante.
No sabía que Aitana había invitado a Ana, ya que a los cinco minutos de llegar nosotras dos, la chica tan maja que conocí esta mañana, estaba esperando detrás de la puerta a que alguien le abriese, y le abrió mi compañera.
Aitana: ¡Ana! Siempre eres aquí bienvenida.¿Qué haces por aquí?
Julia: Ah, ¿pero no la has invitado tú Aitana?
Aitana: Que va, pero yo no tengo ningún problema en que venga.
Julia: No, ni yo.
Mientras teníamos esa charla, me fijé que Mimi no le quitaba ojo a Ana, y me dio cierta impresión de que serían muy buenas amigas, aunque sinceramente no sé si algo más.
Ana: Que he venido para avisaros que el sábado a las nueve de la noche, haremos una fiesta en una discoteca de Madrid que hemos alquilado María, Africa, y yo. Invitar a más gente, porque así mejor.
Mimi: ¿Me puedo apuntar yo?
Ana: ¡Claro! Dime cómo te llamas y tú número de teléfono y te meto en un grupo que voy a hacer para el sábado. Os hago a todas administradoras eh.
Le dio la rubia que tenía al lado su teléfono, e hicieron el grupo.
Se fue un rato más tarde Ana, y después se fue Mimi.
Estaba sentada en el sofá viendo el grupo ya que mentían a un montón de gente Africa y Maria, y ya había una tal Natalia y otra chica que se llama Alba.
Aitana: Julia, voy a proponerle por llamada a Luis lo de la fiesta, así que no me interrumpas.
En ese momento, se me ocurrió la idea de decírselo a Carlos, y teniendo la ventaja de que está enfrente viviendo, le respondí a Aitana.
Julia: Tranquila, yo voy a decírselo a Carlos. Enseguida vuelvo, adiós.
La chica con flequillo me miró con una sonrisa.
Aitana: ¿Por qué será?
Julia: Mira, no me hagas hablar eh. Adiós.
Cogí de la mesita que había a un lado de la puerta las llaves del piso, y me dirigí al apartamento del chico tan guapo que conocí ayer.
Toco el timbre, y abre un Carlos con el pelo mojado, y desnudo de torso, que increíble esta vista... pero no dura mucho ya que enseguida se puso la camiseta que anteriormente tenía en la mano.
Julia: Hola, lo siento si te he interrumpido en algo, pero te vengo a proponer algo.
Carlos: No pasa nada. Venga, sorpréndeme.
Lo último lo dice con una sonrisa dibujada en la cara.
Julia: ¿A ti te gusta las fiestas? Porque tiene toda la pinta.
Carlos: Pues no te equivocas, amo la fiesta, pero dímelo ya lo que me tienes que decir.
Julia: Entonces esto te va a encantar. ¿Te apuntas el sábado a las nueve a una fiesta en una discoteca que mis amigas del otro día han alquilado para uso exclusivo a nosotros?
Carlos: ¡Encantado! ¿Cómo tengo que contactar con ellas?
Julia: Tenemos un grupo que todos somos administradores, así que dame tu número para meterte.
Perfecto, así tenía una excusa pero cierta, para tener su número.
Me dio su número, lo añadí en contactos, y lo metí en el grupo, y vi que ya Aitana había metido a Cepeda.
Carlos: Una cosa, no te vayas. ¿Puedo invitar a tres amigos de Barcelona que por el fin de semana van a venir aquí?
Julia: Claro. Enseguida te hago administrador.
Así lo hice, y volví a mi casa.
Ví que el grupo poco a poco iba aumentando de número de gente, y ya éramos 32 personas.
Cepeda, había metido a un tal Roi, Miriam y a una tal Sabela. Tenía ganas de conocer a todos.
El capítulo será súper interesante, es la quedada Aiteda y la fiesta, donde conoceremos ya a todos, y donde se harán todos amigos. El próximo promete bastante.

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