Ser homosexual o bisexual

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Narra Natalia:
Estaba en la fiesta con un grupo bastante grande, compuesto por Alba, Agoney, Raoul, Mimi, Ana y no me acuerdo de más.
Estábamos bastantes subidos a causa del alcohol, y estábamos bailando muy pegados. Al principio estábamos bailando entre todos, con Amaia, Alfred, Carlos, Julia, Aitana, Roi, Cepeda y tal, pero después nos apartamos de todos, para bailar en una zona paralela a todos, y de forma que todos estábamos de parejas.
No sabíamos nadie lo que estábamos haciendo, porque según nos presentamos, Ana tenía pareja, igual que yo e igual que Raoul.
No sé cómo pude llegar a esto, pero me lie con Alba en la discoteca, mientras podía observar que todos nos miraban sorprendidos. Si soy sincera, Alba besaba incluso mejor que mi chico.
Narra Agoney:
Gracias a mi amiga Ana de la infancia, pude venir a esta fiesta, que había conocido a 31 personas maravillosas, aunque debo de admitir que estaba todo el rato con un chico que se llamaba Raoul y que venía de Barcelona.
La verdad es que nadie sabía que era homosexual, hasta hace un año cuando salí del armario. Todos se lo tomaron con mucha sorpresa, pero lo importante es que nadie se lo tomo a mal, ya que esa reacción desde que supe mi inclinación sexual, tenía miedo de que alguien la tuviese.
Ya me había pasado de unas cuantas copas, y ya hacía cosas que no sabía ni que estaba haciendo, hasta llegado tal extremos que me lié con Raoul, y después, nos dirigimos a los baños, y follamos.
Nos pasamos los dos mil pueblos, pero vimos que no éramos los únicos que habían llegado a tal extremo, ya que Ana se había morreado con Mimi, y en el baño de los chicos, había también otra pareja, pero este caso de una chica y un chico, que estaban follando. No pudimos reconocer la voz.
Narra Carlos:
Todos iban muy bebidos, excepto yo, ya que había venido en coche y tenía que conducir, y no quería que tuviese un accidente o algo del estilo.
Estaba viendo que todos estaban muy bebidos, y me fijé que tanto Africa y Damion habían desaparecido, y también habían desaparecido mi amigo Raoul junto con el amigo de Ana, llamado Agoney. Lo que hace el alcohol es flipante, seguro que mañana o bien no se acordarán de nada, o bien se arrepentirán.
Veo a lo lejos que Julia está igual de borracha que el resto, y está dándolo todo bailando, junto con María y Aitana, pero en un momento veo como Julia se cae, y nadie se da cuenta excepto yo, por lo que decido ir a levantarla del suelo y llevármela a mi casa.
La cojo del suelo como si fuera un saco de patatas, y ella principio intenta que la baje dándome patadas en los muslos, y pegándome con sus manos en la espalda, pero no lo consigue.
Julia: ¡Carlos bájame, que quiero estar en la fiesta!
Carlos: Suficiente por hoy. Mañana vas a estar mal, y peor estarías si siguieras allí dentro.
Julia: Carlos tío eres un aguafiestas. Llévame aunque sea a tu casa.
Mientras andaba con ella cogida hacia mi coche, estuve pensando en lo que quería haber dicho. ¿Quería acostarse conmigo? ¿O quería no dormir sola? Bueno, para no rayarme más, opté con que la llevaría a mi casa, para ver así cuales eran sus intenciones.
Llego a la altura de mi coche, y coloco a Julia en el asiento de copiloto, y veo que se ha dormido, lo que me facilita por una parte, ponerle el cinturón.
Me dirijo hacia la puerta del piloto, me monto, arranco el coche y vamos en dirección a nuestro bloque.
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Narra Julia:
No recuerdo nada de anoche, me despierto por causa de los rayos del sol que entran desde una ventana más o menos parecida a la de mi cuarto, y decido incorporarme para ver si estoy en mi piso con Aitana, o vete tú a saber.
Inspeccionó ha sala donde me situó, y para nada es la mía. Perfecto Julia, vas a una discoteca, y te terminas tirando a uno, cuando tienes novio en Sevilla... esto es totalmente un error.
Miro quién está a mi lado durmiendo, y veo que es Carlos sin camiseta.
Mierda... ¿me he acostado con Carlos?
Miro debajo de las sábanas mi ropa, y tengo exactamente la misma que la de la fiesta. Eso me alivió bastante, ya que significa que no nos acostamos anoche.
A la medida que el tiempo transcurre, aumenta un dolor de cabeza, hasta tal punto que quiero volverme a dormir, pero como la suerte me sonríe mucho, cuando me estaba incorporando para volverme a dormir, con los movimientos, desperté a mi vecino.
Carlos: Buenos días Julia. Se te nota sobresaltada, ¿qué te pasa?
Julia: Que me duele muchísimo la cabeza, y que no puedo con la vida.
Carlos: Las causas de haber bebido tanto anoche...
Julia: ¿Tú no bebiste? Dime tu técnica tío.
Carlos: No es que tenga técnica, es que tenía que conducir de vuelta ya que no fui andando como los demás.
Julia: Joder Carlos, eres súper responsable. Yo me pasé de mis límites. ¿Cómo he llegado hasta aquí?
Carlos: Pues como tú misma has admitido, te pasaste de la raya, y estabas bailando o más bien perreando con Aitana y María, y te caíste, pero Nadir se dio cuenta, excepto yo.
Julia: Joder que vergüenza... entonces tú me levantaste del suelo, me cogiste y me llevaste a tu casa.
Carlos: Sí, más o menos pasó así, aunque al principio, te iba a llevar a tu casa, pero me pediste que te trajera a la mía, y así lo hice.
No recuerdo haberle pedido a Carlos tal cosa... aparte que como se entere Javi... solo quiero que me trague este momento el suelo.
Julia: Pues muchas gracias Carlos. Luego hay que quedar de todos solamente Aitana, Cepeda, Amaia, Alfred, Agoney, Raoul, Africa, Damion, Dave, Noelia, Mimi, Ana, Natalia, Alba, Roi, Miriam, tú y yo, pero de modo más tranquilo... sin fiestas. Creo que me entiendes.
Carlos: Sí, te entiendo. Por cierto, quiero decirte para que no te sorprendas, que Alba y Natalia ayer se morrearon mientras todo el mundo las estaban mirando, y lo mismo pasó  con tu amiga Ana y Mimi.
Julia: Madre mía lo que hace el alcohol... menos mal que tú y yo no nos liamos.
Puso cara de no entender nada, pero para salir de esa situación tan incomoda, decidí ir a mi casa a darme una ducha fresquita, para ver si se me iba la resaca.
Llego a casa, y veo que no hay nadie, y decido llamar a Aitana.
La llamo con mi móvil, tres veces y no me coge. Decido llamar a Ana por si acaso está con ella, y esta sí que me lo coge.
Ana: Dime Julia.
Julia: ¿Sabes dónde está Aitana?
Ana: ¡Es verdad! Está durmiendo en casa de Cepeda.
Julia: Es que acabó de llegar del piso de Carlos y no la he visto por aquí, ni siquiera su ropa de anoche, ni una nota o un WhatsApp diciendo donde estaba. Aparte la he llamado tres veces y no me coge.
Ana: Dale tiempo para despertarse—Se escucha su risa y decide continuar para despedirse—Bueno Julia, voy a ducharme que la preste que llevo encima a alcohol me la tengo que quitar. Adiós guapa.
Me cuelga, y me quedo rayada por si está empezando a salir con ese chico llamado Luis.
Hago mi mañana normal, hasta que tocan el timbre del apartamento, y decido ver quién es.

CasualidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora