《Los secretos de tu Corazón》Kaito x Aoko

Capítulo 2

Al día siguiente, de camino a la escuela.

Hacía una mañana algo helada, ya que el invierno estaba cada vez más cerca.

Aoko caminaba a la escuela mientras seguía pensando sobre qué regalarle a Kaito, el cual a veces le es difícil de sorprender.

Al ir por el sendero miró hacia las nubes trayendole recuerdos de la niñéz, los regalos que le daba bajo el árbol cuando eran niños y que en variadas ocaciones Kaito se comportaba de poca cosa con los regalos de Aoko desviándole la mirada cada vez que ella le miraba molesta por su actitud para luego bromear con ella haciendo que ésta se pusiera a llorar y peleara con su amigo.

Aquello le trajo un pequeño sentimiento de nostalgia e inconcientemente dió una pequeña sonrisa.

En eso escuchó una voz conocida acercándose:

-¡AOKOOO!! -se escuchaba a la distancia.

-Ah, hola Kaito. -Le respondió ella.

-Oye, no me dejes así de la nada, te fuiste sola y creí que te habías quedado dormida, eso no se hace ¿sabes?

-¿Eh? - aún se encontraba algo distraída por lo de antes y ni se atrevía a preguntarle que quería para navidad puesto a que tenía la intención de que fuera sorpresa. Recordó las noticias de la mañana.

-Ah, si...lo siento, no dormí muy bien anoche.

"Ay si, por poco y ya estabas roncando, Ahoko" -dijo en su mente Kaito. Después de todo fue a verla a su casa luego del robo- ¿Porqué lo dices? ¿Qué pasa? -Respondió finalmente él.

-No, no es nada...sólo estaba algo preocupada por mi padre, al parecer ese maldito ladrón lo dejó en vergüenza otra vez...

-Ya veo... - Dijo Kaito algo mal (en tono empático) por lo dicho por su amiga. Después de todo la obsesión del Inspector Nakamori por atrapar a Kid ha hecho que se distancie un poco de su hija.

-Siempre me he preguntado por qué ese ladrón hace lo que hace, pero estoy segura de que mi padre logrará capturarlo algún día cueste lo que cueste -dijo Aoko con mucha seguridad al final de la oración.

-Espero que así sea -Dijo Kaito, y siquieron avanzando.

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Estuvieron caminando en silencio por un rato en el frío camino hasta que Kaito divisó un pequeño punto blanco que chocaba con su naríz y se derretía para luego ver varios más caer desde el cielo.

-Wow, comenzó a nevar -dijo con sorpresa, después de todo navidad estaba cerca.

-¡Es verdad! Que bueno que traje una bufanda -respondió Aoko.

Aquel camino nevado se veía hermoso y aún más mientras los copos de nieve caían por el paisaje.

Con el camino, los árboles y alrededores volviendose de un hermoso color blanco Aoko se sintió como en una novela y sin darse cuenta comenzó ruborizarse de a poco.

Kaito vio de reojo a su amiga y cuando vió su cara dijo:

-Oye, en serio, ¿qué te pasa? Te veo muy roja.

-¡¿Ah?! -dio un pequeño salto y se dio cuenta de la situación. Intentó responder de la forma más normal posible- Ah, eh, si...¿no será por el frío? -dijo con una risita nerviosa.

-En verdad estás algo rara -dijo Kaito extrañado, pero cuando vió la cara sonrojada de Aoko mientras trataba de ocultar sus mejillas con la bufanda él mismo terminó sonrojándose por como se veía. Al final terminó ocultando la mitad de su cara con su propia bufanda luego de un rato.

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Al llegar a la escuela se dirigieron al salon de clases, divisaron a sus amigos como cada día y luego se dejar sus bolsos en sus respectivos puestos Aoko se dirigió con sus amigas mientras Kaito practicaba algunos de sus trucos de magia en su pupitre de vez en cuando haciendo enfadar a algunas de sus compañeras por las bromas que les gastaba.

-Veo que otra vez tuviste éxito con tu trabajo vespertino- Escucho Kaito al lado suyo, era un susurro solo audible para él, se trataba de Akako.

-Aish, qué insistente eres, en serio, ya te he dicho muchas veces que yo no soy Kid- Respondió el castaño con algo de molestia en su voz.

-No me importa el que te molestes, sólo vengo a advertirte que algo malo se aproxima. -Dijo la de cabello azabache.

-¿Qué?, ¿por qué me dices eso? -dijo mirándola con estrañeza.

-Porque el mismísimo Lucifer me proporcionó este prefacio. Y créeme, más vale que tengas cuidado con los siguientes pasos que des, que a pesar de que poseo esta información no se sabe cuando ocurrirá, si será dentro de un mes o en unos días.

《Ten en cuenta lo que te digo, más vale prevenir que lamentar. Podrías incluso arriesgar tu propia vida.》

Las últimas palabras dichas por Akako bastaron para dejarle en duda si creele o no sobre lo dicho.

Una vez ella se alejó Kaito se apoyó con su mano en la mejilla y terminó mirando por la ventana la nieve que caía con cierta preocupación en su ojos.

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Bueno, primero que todo perdón por la tardanza.

Por un tiempo había pensado simplemente abandonar este fic (soy de las personas que se rinden fácilmente, perdón T_T)

Intentaré seguir actualizando cuando pueda, puesto que ando bastante ajetreada entre exámenes, proyectos y demás.

Aún así espero que les haya gustado y muchas gracias a quienes apoyen el fic.

De antemano, otra vez muchas gracias <3