Till Our Last Breath

13 3 1
                                    

¿Acaso no tenemos permitido ser felices?

¿Acaso nuestra felicidad no debería estar por encima?

Te extraño. Extraño tus besos y tus caricias. Extraño sentir tu respiración junto a mí al despertar a tu lado. Extraño las tardes de estudio, tu ceño fruncido y tus suspiros de frustración cuando no entiendes algo. Te extraño.

Y no es justo. No es justo que otros decidan lo que debemos o no debemos hacer, lo que es correcto, lo que no lo es. No es justo que otros juzguen nuestro amor sin saber, sin conocer todo lo que hemos tenido que sufrir para sacarlo adelante. Y el hecho de que esas personas que insisten en separarnos sean nuestros propios amigos, nuestros propios hermanos, nuestros propios padres lo hace aun peor. Que las personas a las que más amamos nos miren con asco y nos digan que estamos confundidos, que nuestros sentimientos son erróneos, falsos, un pecado. Que nos adviertan de que obtendremos infelicidad eterna si elegimos estar juntos... todo esto hace que pase las noches despierto, llorando, temblando, pensando en ti.

Sus palabras llenas de odio me han hecho dudar. Quizás este mal. Quizás tengan razón. Pero al pensar en tu mirada el sufrimiento se hace insoportable. Porque a pesar del dolor que me produce, sigo amándote. Sigo pensando en ti y en tus labios. Sigo soñado con sostenerte en mis brazos y no soltarte jamás. Y entonces me arrepiento de haber dudado.

Quiero intentarlo. Quiero tratar de estar a tu lado, aunque tengamos que huir, aunque tengamos que escondernos, aunque nos critiquen e insulten. Porque sé que el mundo está cambiando y habrá un día en el que nuestras familias nos darán su apoyo, un día en el que no se nos castigue por querernos y por desearnos, un día en el que pueda caminar sosteniendo tu mano, en el que pueda decir con orgullo ante el mundo que estoy enamorado de un hombre, en el que nuestras familias se sienten juntas alrededor de una mesa repleta de comida en un día de fiesta.

Sé que ese día llegará en esta vida o en otra, en este mundo o en otro. Y entonces podré compartir mi felicidad con todos los que me rodean. Con nuestros amigos, hermanos y padres, que nos mirarán con amor y sonreirán, contentos de que sus hijos se amen y sean felices.

Pero mientras esperamos a que ese día llegue, solo agarra mi mano y mira al frente, yo te sostendré y protegeré siempre, así que no tienes nada que temer. Porque yo te amo.

Texto perteneciente a mi obra Till Our Last Breath, que actualmente está en pausa :/

Cartas De SangreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora