❁۪ ཻུ۪۪⸙͎ i.

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Ya no espero nada de tí, pero tus palabras y tu perfume de amor se ha quedado impregnado en mi memoria. ¿Con qué derecho lo hiciste? Con el mío, claro. Ahora intento alejarte, revoco mi permiso. Quiero arrancarte de mi piel de la misma forma en la que tú arrancaste la felicidad de mi pecho. Yo era una niña sonriente, ilusa e inocente, y extraño pensar que el mundo en sí era bueno.
«La gente no es mala», pensaba yo al conocerte.

Lo pensaba hasta que cerré nuestro círculo. Cuando la niebla de mis ojos se despejó, cuando mis alas dejaron de batirse y caí al suelo como si la tierra me llamase, reclamando mi lugar en ella.
Porque no puedo ser feliz contigo, ¡no voy a serlo, mi reina! Por mucho que quieras verme otra vez, y aunque yo anhele disfrutar de tus escrituras para mí.
No pienso hundir mi pie en el río otra vez, no si pienso obtener mi deseada inmortalidad. Soy una niña pretenciosa y tú lo sabes. Tú me conoces como nadie más lo hace.

Extraño el romantiscismo, me duele no tenerlo tan a menudo como contigo, pero eso no me quita el sueño en la noche. No lo hace, y no lo hará jamás.

No voy a permitirme beber de tu veneno una vez más, por muy dulce que este sepa. Tú eres dulce, pero mala. Mala para mí, para mi vida y para mi mente. No te quiero cerca, aléjate de mí de una vez por todas.

Amada no mía, me rompiste en piezas y rompiste mis ilusiones.
Ahora púdrete sin mí, porque no mereces mis lágrimas.

❁۪  ཻུ۪۪⸙͎ Desacatos ❟Donde viven las historias. Descúbrelo ahora